-Levihan- OneShots en Edición

We got the stars

Tenemos las estrellas

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ADVERTENCIA:
En este capítulo haré referencia a un personaje muy importante dentro de la vida de Levi, su madre ... no daré muchos detalles pero si no quieren conocer al personaje aún entonces les sugiero que no lean el oneshot.
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Ok, ahora pueden proseguir.

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Espero que disfruten de este nuevo oneshot.

Dedicado con mucho cariño a todos aquellos que pasen a leer, no importa si no votan o comentan... mientras sean de su agrado estas historias y tengan vistas seguiré haciendo más de ellas.

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-¿Oye Levi, tienes que escuchar est...? ¿Levi?-pregunté a la nada.

Había entrado a su cuarto como de costumbre, sin tocar porque tenía la idea de que el seguiría despierto revisando documentos o limpiando algo... pero no.

Ni siquiera había notado antes de entrar que la lámpara dentro de su habitación estaba apagada, las ventanas cerradas y su chaqueta en el respaldo de la silla frente a su escritorio.

Su habitación estaba vacía.

Se había ido con el uniforme puesto, ya que el uniforme no se encontraba por ningún lado solo la chaqueta, no pudo haber ido lejos ya que el clima no era muy cálido.

Pero era urgente que pudiese hablar con el.

Esta teoría era muy buena, por fin tenía una idea de cómo podríamos atrapar a un titán de 12 metros o incluso 15 y traerlo de vuelta al cuartel general de la legión de reconocimiento sin tener que asesinarlo en el proceso.

Era de vital importancia que alguien a estas horas de la madrugada escuchara esta importante información.

Debían ser alrededor de las 2:30 o las 3 am tal vez... lo cual significaba que no era tan tarde.

Por lo que decidí ir a buscarlo, cerré nuevamente la puerta de su cuarto y caminé por el pasillo pensando donde podría encontrarlo.

Tenía algunas ideas de donde podría estar pero no estaba segura de ninguna de ellas por lo que decidí recurrir a los lugares más comunes primero, y después buscaría en todo el cuartel si fuese necesario.

Ya que había salido deprisa de mi habitación olvidé traer una chaqueta, por lo que volví rápidamente a mis aposentos por una y salí nuevamente en búsqueda del enano gruñón.

En esta época del año hacía más frío por las madrugadas, al pasar frente a una ventana me di cuenta que no solo eran imaginaciones mías, en realidad fuera de aquel lugar estaba nevando.

Los copos de nieve no eran muy grandes y tampoco era muy intensa la cantidad de nieve que estaba cayendo en ese momento pero seguramente en el transcurso de la madrugada empeoraría.

Lo cual nos haría difícil los entrenamientos a la mañana siguiente.

Suspiré pensando en todas las quejas que tendría que escuchar de parte de Levi del porque la nieve solo hacía más asquerosos a los cerdos con los que debíamos entrenar y si, cuando se refería a cerdos hablaba de los soldados.

Seguí caminando por el pasillo, bajé una docena de escalones y girando a la derecha decidí comenzar la búsqueda.

Revise la cocina sin éxito ... a veces cuando no podía dormir se dirigía ahí para prepararse un té, aunque no está vez pensé.