A flower

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Una flor

Este capítulo está especialmente dedicado a todos ustedes, por qué ya casi volvemos a ver a todos nuestros personajes favoritos.

¡Que emoción!

Bueno ya, ahora si pueden leer.

¡Espero lo disfruten tanto como yo!

¡Espero lo disfruten tanto como yo!

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—Hange, Erwin necesita...

Ni siquiera me dejo terminar de decir lo que se supone debía informarle, simplemente me quito el par de documentos que tenía en las manos y habló.

—No, toma —dijo indicándome que guardara silencio mientras me daba una flor de un color rosa pálido para que la sostuviera.

Observé la flor en su mano y luego su rostro sin terminar de entender que estaba sucediendo.

—¿Qué? —preguntó notando mi incertidumbre.

—¿Qué se supone que debo hacer con eso? —pregunté observando la flor de nuevo.

–Nada, solo quiero que la tomes, sostenla un momento por mi —dijo girándola con suavidad entre sus dedos.

La observé a ella con ojos entrecerrados y después a la flor, me parecía sospechoso pero al final suspiré y accedí.

Tomé la flor por el tallo con mas cuidado del necesario, no quería que se maltratara, así que intenté cumplir con mi labor.

—¿Pero qué es lo que harás que es tan importante y por ello debo cuidar de esto? —dije señalando la flor en mi mano derecha.

Toqué una de las espinas que adornaban el tallo mientras esperaba su respuesta.

—Tengo muchos pendientes así que cállate y sígueme, hoy serás mi ayudante y ten cuidado con las espinas —dijo tomando entre sus manos algunos libros y dándome un par de documentos para que los sostuviera en mi mano izquierda.

Los tomé y la seguí, abandonamos el edificio y bueno lo que anteriormente había dicho era cierto ya que siempre parecía estar haciendo varias cosas al mismo tiempo, siempre.

Tenía cosas que hacer, muchas.

Primero verificamos que los suministros de los caballos estuvieran en condiciones óptimas y revisar de forma superficial cada uno de los lugares de los caballos cerciorándonos que todo estuviera bien y en su sitio.

Asentía al mismo tiempo que la escuchaba explicar que era lo que faltaba y la observaba escribir de forma rápida en una libreta lo que debíamos solicitar para re abastecer el sitio, todo aquello mientras tocaba con la punta de mis dedos cada una de las espinas sobre el tallo de la flor.

Era peligroso tocar las espinas sin ser cuidadoso, en eso ella tenía razón.

—¿Dónde está Moblit? —pregunté entregándole los papeles que me había dado en el laboratorio.

-Levihan- OneShots en EdiciónWhere stories live. Discover now