-Levihan- OneShots en Edición

How to handle drama...

Como manejar el drama...

¡Disfrute muchísimo escribiendo esta historia, espero que la disfruten tanto como yo!

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Estaba llorando.

Estaba dispuesto a ir a patear su trasero si era necesario para que dejara de husmear en mi habitación cuando la escuché.

¿Porque lloraba?
No lo sé, yo iba llegando.

¿Algo había pasado?
Tampoco lo sabía, pero si hubiera sido el caso ya habría llegado a mi algún rumor al respecto, cosa que no había sucedido.

Yo tampoco le había hecho nada ...todavía, pero aunque yo le hubiese hecho algo, ella no lloraba por cualquier cosa.

Debía ser algo más profundo que el simple hecho de no haber comido o yo que se que clase de cosas pasen por su cabeza.

Estaba dispuesto a irme, ya le reclamaría después, me gire y camine lentamente por el pasillo cuando escuché la puerta detrás mío abriéndose.

Genial.

—Levi, ¿que haces aquí?, ¿necesitabas algo? —Hange mencionó con la voz entrecortada y sorbiendo la nariz.

—Eso es asqueroso, no vuelvas a repetirlo —me gire para decirle lo que pensaba.

Creí que ese sería el momento perfecto para huir, los dramas no eran lo mío, y aún así tenía el presentimiento de que estaba a mitad de uno.

Me miró mientras le dije aquello y sin apartar la mirada, comenzó a llorar nuevamente, de una manera muy escandalosa.

Me quede estático, ¿ahora que?   

¿Yo había tenido la culpa?

Perfecto, ahora hay que ver qué tiene la loca.

Camine hacia ella mientras se levantaba los anteojos y se secaba sin éxito los ojos.

—¿Y ahora que te pasa? —le dije ya cuando me encontraba frente a ella.

—No se, no puedo... —y fue todo lo que pudo decirme antes de seguir llorando como si su vida dependiese de ello.

Era obvio que no sabía que hacer, así que la tome de los hombros y la empuje de regreso hacia su cuarto y cerré la puerta para que nadie viniera a ver de qué se trataba.

La dirigí a la cama y mientras se sentaba aproveché para regresar a la puerta y recargarme en ella.

—¿Y bien? —pregunté.

—¡Te digo que no lo se! —me contestó, bueno más bien me grito y se volvió a cubrir el rostro con sus manos.

—Entonces llora todo lo que quieras...—le dije.

Además ¿que otra cosa podía decir?: deja de llorar, claro como si fuera a hacerme caso.

Esto siguió por varios minutos, hasta que levantó la mirada, sus ojos rojos e hinchados la verdad causaban lástima.

Así que me acerque y pregunté.

—¿Ya? —de haber sabido la respuesta mejor no hubiese preguntado en primer lugar.

No me contestó, simplemente negó con la cabeza y se encorvó hasta que su cabeza quedó en sus piernas, ¿que rayos le pasaba a esta mujer?    

Sin más remedio solté un suspiro, y me acerque un poco más hasta quedar a algunos centímetros de ella, comencé a darle ligeras palmadas en la espalda, creí haber visto ese gesto en algún lugar así que simplemente me limité a repetirlo.

Ella al notar el gesto comenzó a bajar el volumen de su llanto.

¿Eso era bueno verdad?

3 minutos o algo así fue el tiempo que conté desde que había comenzado con aquella acción, si se escuchaba más tranquila, eso significaba que ya me podía ir, ¿cierto? 

Retire mi mano de su espalda y al tratar de dar un paso hacia atrás ella lanzó sus brazos alrededor mío, abrazando mi torso y pegando su cabeza a mi pecho.

Esto se estaba poniendo además de raro un tanto incómodo, decir que me sorprendió lo que hizo sería decir poco.

—¡Oye!, ¿y esto a que se debe? —pregunté aturdido por la acción.

—No hables, solo quédate así un momento... por favor —lo pidió con tanta lástima que estuve a punto de quedarme donde estaba, pero no fue así.

—Ya sabes que no me gustan este tipo de muestras de afecto —le dije tratando de zafarme de su agarre. 

—Levi... —había algo en su voz que hizo que me detuviese, luego continuo hablando.— Por favor —finalizó aún con la cara pegada a mi camisa.

Suspire y me quede ahí, simplemente dejando que me abrazara.

Poco a poco noté como la intensidad de su llanto disminuyó, así como la humedad en mi camisa aumentó debido a sus lágrimas.

—¿Puedo pedirte algo? —su voz me saco de mis pensamientos.

—¿Qué? —pregunté un tanto extrañado.

—¿Me puedes abrazar? —mencionó.

—Eh, eso es demasiado —le respondí lo más rápido que pude dando algunos pasos hacia atrás.

Me gire y al haber dado un par de pasos para alejarme de ella y acércame a la puerta de su habitación, la escuché decir.

—Yo...me quede dormida en mi escritorio mientras documentaba mi investigación y ... —su voz dejo de escucharse por un instante.

Me gire para verla sobre mi hombro.

—Tuve un sueño, fue más bien una pesadilla... estábamos en una expedición y ambos terminábamos rodeados por muchos titanes, yo traté de salvarte pero no pude... yo te juro que trate de salvarte pero no pude —comenzó a llorar de nuevo.

Así que por eso lloraba.

—Fue mi culpa que murieras, Levi —fue lo último que mencionó o si dijo algo más ya no pude escucharla debido a que sus sollozos comenzaron a ganar intensidad, nuevamente.

Indirectamente yo había tenido la culpa de que llorara, si había sido una estupida pesadilla pero todos aquí sabíamos que aquello podía llegar a convertirse en realidad.

Tarde algunos minutos en decidir cual sería mi siguiente acción.

La complacería solo por esta vez y porque como ya había mencionado si tenía algo de culpa, por haber sido un imbecil en su sueño y dejar que me atraparan.

Me acerque a ella toque su hombro y espere a que me mirara, cuando lo hizo mencioné.

—Solo esta vez —y con toda la vergüenza que pude haber sentido en mi vida abrí los brazos y dirigí mi mirada a la mesita de noche que se encontraba al lado de su cama y la comencé a examinar como si fuese el objeto más interesante del mundo.

Pude ver por el rabillo del ojo como se ponía de pie y se abalanzaba sobre mi, mientras me estrujaba en sus brazos y yo trataba de devolver el gesto.

—Gracias —me dijo en voz baja.

—Shhhh —fue lo único que atiné a decir.

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¡Gracias por leer!