Historias aleatorias que involucran varios aspectos que Hajime Isayama no nos ha mostrado de nuestra amada pareja LeviHan.
¡Y pensar que todo esto salió de mi imaginación...
Vaya sorpresa!
El amor con el que han recibido estas historias realmente m...
Conociéndonos es un one-shot que va especialmente dedicado para JuliCheshire ya que fue una de las ganadoras de la mini dinámica en el libro FE.
¡Espero que lo disfrutes!
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—¿De donde carajos sale tanto papeleo? —pregunte a Erwin como si no lo supiera.
—¿De verdad quieres que te responda eso? —preguntó el rubio con incredulidad.
—No, se de donde sale pero no deberías explicarles qué mierdas se hace a cada maldito segundo en este lugar —dije molesto.
—Son nuestros benefactores, Levi, es normal que quieran estar al tanto de que se hace —dijo restándole importancia.
—¿Acaso nunca te hartas de toda esta basura? —pregunte exasperado.
—Por supuesto que si, pero si no llenamos estas mierdas...como tú les llamas ellos nos dejaran sin un centavo, no te preocupes, te acostumbrarás con el tiempo —dijo dándome una pila de papeles que esperaba que yo llenara.
—Te odio —dije tomado aquel montón de porquería.
—Gracias por la ayuda —dijo sonriendo y saliendo de mi habitación.
Erwin había tenido el descaro de venir a mi habitación, a dejarme ese montón de documentos de mierda ¿y esperaba que yo los llenara así como así?, al parecer si... ese idiota.
Era obvio que mi odio era pasajero ya que después de 6 minutos de cagarme en todo y en todos por la estupida suerte de tener que hacer la segunda cosa que menos me agradaba en la legión, (la primera era tener que escuchar a la loca que corría por doquier parloteando como un loro en búsqueda de una galleta), decidí que era mejor terminar pronto con mi sufrimiento.
Tome asiento frente al escritorio de madera que prácticamente no había utilizado, llevaba poco tiempo en la legión, todo seguía siendo demasiado nuevo y sucio para mi, así que no podían culparme.
Prefería hacer el dichoso papeleo en el comedor pero muchos accidentes pueden ocurrir y no me gustaba que nada se ensuciara, y otro lugar que también era buena opción era la misma oficina de Erwin pero honestamente no tenía ganas de siquiera dejar la habitación.
Así que como una persona de bien en proceso de reformarse, puse manos a la obra y mientras esperaba que aquello no me tomara una semana entera como la vez pasada.
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Dos horas y cuarenta y tantos minutos más tarde mi habitación seguía en silencio el cual se veía interrumpido únicamente por el despliegue de papeles y los trazos que realizaba en ellos.
Estaba aburrido y preferiría que algo sucediera a tener que estar haciendo este trabajo tan estupido y sin sentido.
Me recargue en mi escritorio, intentando recuperar la fuerza de voluntad muy dentro mío para poder continuar y sin éxito por el momento cuando la puerta de mi habitación se abrió bruscamente provocando que diera un salto en mi silla debido a lo inesperado que había sido.
