Parte 30 Es difícil decirlo.

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Temprano en la mañana, los discípulos de la secta Lan estaban practicando con sus espadas. Algunos solos otros con algún compañero, pero todos tenían un objetivo en común y era fortalecer sus cuerpos.

Desde que un  nuevo líder asumió el cargo solo habían pasado algunos días, pero Lan Shen ya se había hecho notar cambiando algunas pequeñas cosas en cuanto a las costumbres del clan, una de ella era la forma en la que los discípulos entrenaban.

Aunque todo tenía una buena base etiqueta, portaba la debilidad de que sus cuerpos no eran lo suficientemente fuertes o carecían del valor necesario para enfrentar determinadas situaciones, en vista a eso, Lan Shen propuso añadir algunas clases extras de manejo de espadas a voluntad.

Sorprendentemente muchos de los jóvenes se unieron a estas clases ya que podía aprender de algunos de los genios de su secta, entre ellos estaba Lan JingYi, el respetable HanGuang-jun y al que todos terminan enfrentar por temor a quedar en ridículo era a Wei Wu Xian.

Muchos probaron suerte y terminaron siendo el objeto de diversión del omega.

Hoy, el que estaba a cargo de la clase era Lan JingYi. Muchas discípulas y omegas estaban ansiosas porque le enseñara, mientras que los alfas y betas ponían los ojos en blancos recordándoles que a cada rato que era el esposo de su líder de la secta cuando los veían suspirar como niñas enamoradas.

En el medio del jardín, se estaba llevando a cabo un duelo entre Lan YuHan y un joven alfa. Cómo era una práctica no estaban impregnados su qi en sus armas, pero en cada choque de su espada creaban presión en el aire que provocaba que los que estaban cerca miraran a su dirección.

El encuentro parecía igualado, aquel joven se movía con agilidad típico de un miembro de la secta Lan. Sus pies  eran ligeros como si estuviera bailando en medio de la pelea, pero cada movimiento era poderoso como si buscara lastimar a Lan YuHan.

Sin embargo, a YuHan no le importaba su intención. Esquivaba sin ningún esfuerzo el ataque del contrario. A diferencia de su oponente, no portaba un estilo ni usaba las enseñanzas de la secta Lan, era más libre y cuando decidió atacar fue rápido y no permitió un contraataque.

El discípulo sólo pudo recibir el golpe sin poder defenderse y rodó por el suelo de forma patética. Frustrado se incorporó y miró con odio a Lan YuHan.

—¡Lan YuHan! ¿Cómo te atreves a usar tus poderes espirituales? Estás es una práctica sin poderes—Acusó apuntándole con el dedo.

Los que estaban cerca se miraron entre sí, aunque no vieron que Lan YuHan usara alguna técnica, estaban disgustados por su forma arrogante de actuar.

— ¡Cierto!

—No seas presumido solo porque tu papá es HanGuang-Jun ¡No puede hacer lo que quieras!

—intenta seguir las reglas ¡Hereje! Esta es la secta Lan, no una secta una demoniaca.

YuHan no había estado de buen humor estos días, al escuchar esas palabras su rostro se volvió frío y algo sombrío. Miró con desprecio al joven que lo había acusado, pero no le dijo nada, de lo contrario tendría más problemas.

Esa mirada carente de vida hizo estremecer al discípulo, pero como sabía que no le haría nada, no le temía a Lan YuHan— ¡Eres un discípulo de la secta Lan! Debes vestir el traje de nuestro clan ¿Qué hay de esas ropas que llevas?

Hace unos días atrás, Lan YuHan dejó de usar su Hanfu blanco de la secta  y se colocó una túnica negras sencillas lo que provocó que muchos ancianos y mayores de la secta les disgustara aún más, pero no le importo. Se sintió mejor al no llevarlo puesto. 

Nueva GeneraciónWhere stories live. Discover now