Parte 43 Las nuevas heridas no curan las viejas parta 1

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Qi Lan notó la anormalidad es Lan YuHan y atacó a Lan Xuan con su palma repleta de energía resentida. Lan Xuan tuvo que retroceder unos pasos, cuando quiso avanzar de nuevo no pudo, la energía resentida se hizo densa entre ellos como una barrera que les impedía pasar.

—A-Yu, no lo olvides. Apuñalaste a su hermana mayor.

La expresión de Lan YuHan cambió drásticamente, la leve luz en el interior de sus ojos se opaca por completo. Su espíritu se desvaneció dejando solo una cáscara vacía.

—¡Bastardo! — Grito Lan Xuan.—¡¿Cómo te atreves a mencionar a mi hermana?!

—¿Por qué te alteras? No he dicho ninguna mentira, fue YuHan quien atravesó su corazón, ¡Ah! por cierto ¿Sigue viva?— Qi Lan recuperó su sonrisa. 

 Se inclinó hacia La YuHan y le susurro algo en voz baja que los demás Lan no podían escuchar.

—Está alterando su espíritu — Lan SiZhui frunció las cejas — La presencia de la señorita Jin en el corazón de A-Yu es muy grande. Herirla le ha dejado una cicatriz que no se cura y se aprovecha de su dolor. 

Miró hacia un costado y se percató que Lan JingYi y Lan XinYia estaban aturdidos por las imágenes de Gusu Lan ardiendo en llamas—¡No es real! Reaccionen.

—Maestro SiZhui me ofende— Qi Lan hizo un puchero— Es real todo.— Entrecerró los ojos  hacia Lan JingYi y dijo — ¿Qué pasará cuando el líder de la secta caiga porque fue abandonada por su esposo? O debería decir ex marido—Rió a carcajada.

—¡Cállate!— Gritó JingYi —¡No te atrevas a mencionar su nombre!

—¿Ahora lo defiende? Cuando fuiste tú quien lo hirió profundamente — Qi Lan amplió la talismanes para que hicieran enfoque hacia donde estaba Lan Shen peleando contras el ejército de cadáveres feroces.

—Esta noche el líder de la secta lucía muy indefenso en mis manos.

—¡Bastado!¿Qué le hiciste A-Shen?— JingYi se lanzó hacia a Qi Lan con su espada en mano. La energía resentida chocó contra él e impidió su avance.

De repente, una melodía comenzó a sonar y la energía maligna comenzó a purificarse, era Lan SiZhui tocando el guqin. La música permitió que JingYi pudiera acercarse hacia los cultivadores demonios y romper la barrera.

Al principió, Lan YuHan iba a interferir, pero su mano fue sujetada por Zidan y separado de Qi Lan.

Habiendo retrocedido, Qi Lan hizo una mueca de despreció. Se cortó el dedo con un pergamino y esparció la sangre a su alrededor creando un conjuro mágico. De él, manos fantasmales emergieron y fueron directamente contras Lan JingYi y Lan SiZhui.

—¡A-Yuan! — JingYi quería detener las manos que iban directo a Lan SiZhui, pero lo habían acorralado.

Sentado en el suelo, Lan SiZhui no abandonó su posición. Con la mirada en frente y sus dedos deslizándose por el instrumento de siete cuerdas, las notas siguieron fluyendo, cuando la mano demoníaca lo iba a atacar, la luz blanca cortó el aire y los alejos.

Frente a Lan SiZhui, blancas túnicas se desparramaron. Lan YinXia giró su espada en su muñeca y declaró—Yo protegeré a A-Yuan-ge.

Soltando un suspiro, JingYi recuperó la calma y volvió a atacar.

Mientras tanto, Lan Xuan intentaba acercarse a Lan YuHan. Sus dos energías colisionaban negándose a ceder ante el otro.

Zidian cortaba el aire y se abría paso en la oscuridad como un relámpago y golpeaba la tierra eliminada a cualquier cadáver que se acercaba, sin embargo, Lan Xuan no podía avanzar de nuevo hacia Lan YuHan.

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