𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉♡𝓈 𝑒𝓃𝓉𝓇𝑒 𝒜𝓅𝓅𝓁𝑒 𝓎 𝒟𝒶𝓇𝓁𝒾𝓃𝑔

Capítulo 21

¿Por qué sus labios desprendían ese aroma? ¿Cuánto de adictivos eran? ¿Podría volver a vivir sin sentirla controlado su boca? Se hacía esas preguntas sin siquiera buscar una respuesta clara, salvo a por qué tenían que separarse para coger aire si sentía que solo con ella al lado era capaz de existir.

Parecía una desesperada porque ni siquiera Apple se alejó más de unos pocos centímetros de ella para respirar, pero lo sintió como si fueran kilómetros de distancia. Necesitaba de nuevo sus besos y esta vez no pudo conformarse con uno solo como las otras veces, quería que le quedara en su conciencia que no era un error que se besaran. Ya le había pasado dos veces que después de juntar sus labios una vez no lo volvían a hacer en décadas diría, pero no podía consentir más esas asquerosas situaciones. En cuanto llenó sus pulmones de oxígeno se movió todo lo necesario para capturar la boca de la rubia y tomar ahora el control ella en este segundo beso. Y sorprendentemente después del segundo hubo unos cuantos más hasta que necesitaron un gran momento de respirar porque entre beso y beso apenas habían tenido unos segundos de descanso.

Podía escuchar la respiración agitada de ambas mientras intentaba mirar sus ojos azules con la luz de la noche que entraba por la ventana. No la podía ver tan claramente como estaba, pero sabía que estaba tumbada a su lado mirándola con su rizado cabello esparcido por toda su almohada.

"... Esto es real ¿verdad?..." Expreso su creciente incertidumbre de su cabeza, había deseado tanto esto que necesitaba saberlo de sus labios para corroborar si en verdad era irreal o no.

"... Sí, lo es..." Se deslizaron entre sus labios esas palabras afirmantes.

Una parte de su cerebro seguía sin creérselo aun cuando sus propios oídos lo habían escuchado perfectamente y mientras la permitía tocar su rostro con su mano de esa manera tan íntima. Deslizaba su pulgar suavemente por su labio inferior y podía sentirlo húmedo y algo hinchado por la sesión de besos anterior. Suponía que la rubia no lo sabía, pero si quisiera podía pedirla lo que fuera porque la tenía en la palma de la mano como una tonta. Ella no sabía cuánto tiempo estuvo fantaseando con saber cómo es la sensación de sus besos, todas las sensaciones que le provocó ese primero y los siguientes que han tenido, sentía que podía hacer cualquier cosa si su premio fuera otro beso.

"... estoy esperando a que vuelvas a besarme de nuevo..."

Su tono de voz de no haber roto ningún plato le gustaba tanto, ciertamente su excuñada parecía el cliché de niña buena con buenas calificaciones cuando en verdad era "mala". Se juntaba con gente que bebía y tenían sexo siendo aún menores de edad y encima no sabía si lo hacía con intención o no, pero conseguía que la gente a su alrededor deseara aunque solo fuera un poco de su atención. Ahora que la notaba ansiosa de que se besaran de nuevo, pensó por un momento coherentemente porque necesitaba que supiera que si iban a continuar besándose para ella iba a significar mucho. Se acercó más causando que quedaran escasos milímetros los que las separaran, volvía a sentir su cálido aliento sobre ella.

"Apple, necesito saber si esto va a ser más que unos simples besos de amigas porque yo quiero que lo sean" Susurró casi rozando sus labios por lo cerca que se encontraba, reprimiendo sus ganas para dejar en claro que era lo que ella quería.

Se arrepintió al instante de no haber seguido con la noche tan dulce que parecía que podía tener, pero necesitaba decirla específicamente que no quería que significaran solo besos de amigas. Habían tenido que pasar años, problemas y demás para escuchar de su viva voz que estaba esperando que la volviera a besar, ahora no iba a permitir que mañana siguiera estando en su friedzone como si nada de esto hubiera ocurrido.

"Creo que ya hemos cruzado la línea de excuñadas Darling" Le comentó antes de cerrar definitivamente la distancia entre ambas.

La euforia recorrió todo su cuerpo al tener el conocimiento de seguridad de que la rubia sabía que la estaba besando y cruzando esa línea "inmoral" con ella. Fue una sensación tan grande de felicidad escuchar aquella frase y como terminó con su nombre. No se consideraba una persona muy enamoradiza, pero es que con Apple era todo tan distinto, en cuanto se dirigía a ella su corazoncito creaba la burbuja de la minúscula posibilidad de que le gustara a la exnovia de Daring.