𝒮𝑒𝒸𝓇𝑒𝓉♡𝓈 𝑒𝓃𝓉𝓇𝑒 𝒜𝓅𝓅𝓁𝑒 𝓎 𝒟𝒶𝓇𝓁𝒾𝓃𝑔

Capítulo 30

POV Apple.

Había visto bastantes películas y novelas donde estaba el cliché de una pareja que tiene una discusión y una vez que la han solucionado, de repente uno de los dos se lanza sobre el otro y empiezan a besarse de manera apasionada para terminar en la cama. Un clásico el sexo de reconciliación en el mundo del cine y también un poco en el suyo propio, sus habituales disputas de pareja con Daring en los últimos años admitían que acababan así en vez de un entendimiento entre ambos. Él insistía en un momento que cambiaría y ella se lo creía y se dejaba manipular aún con mínimas ganas para complacerle después de la discusión y también porque pensaba que así se calmaría un poco la situación y pensándolo ahora, ese fue el enorme fallo. Los problemas que los habían llevado a discutir tenían que ver con la relación de pareja y compromiso, la confianza que debía de haber en el otro, al poco tiempo que pasaban juntos... Por lo tanto, se requerían otras acciones como llegar a compromisos de cambio, negociar, hablar sobre que podrían modificar, etcétera. Soluciones que nunca llegaban a hablar y que el sexo aunque disfrutará, no hacía que cambiara nada de lo que perjudicaba a la relación amorosa. Pero, con Darling fue distinto, habían resuelto los problemas que había entre ellas de una manera conveniente y por los que comenzaron a discutir, había un entendimiento mutuo de nuevo y se había hablado de los sentimientos de cada una. Junto con la importancia de la relación y lo importante que era la una para la otra, así que no le parecía mal tener unas cuantas ganas de hacer algo subidito de tono en ese momento después de que se le activara el deseo con su buen trato, cariño y afecto.

Sus intenciones principales no habían sido esas en un primer lugar, solo quería darla unos besos cariñosos para que viera que solo era ella. Pero, luego de que subieran de intensidad aquellos besos inocentes y ella se fuera acercando hasta quedar encima, ya su cuerpo comenzó a tener ganas de hacer algo más íntimo juntas. Y cuando le dijo entrecortadamente con su voz que si seguían así solo terminaría de una forma, su cabecita ya solo pensaba en esa forma de acabar e incluso siguió pensándolo mientras ella cogía la llamada telefónica que sonó en medio del momento. Ella hubiera preferido que no cogiera y lo ignorara, aunque que respondiera le dio un poco igual porque seguía sintiéndose un poco hot y suponiendo que no tardaría mucho en colgar, siguió dándola besos por su sexy cuello ignorando la conversación que entablaba con su expareja.

No se habría parado por nada del mundo, de no ser por tres palabras que se le quedaron en la mente de la última frase: Lizzie, contagio y clamidia.

"¿Qué?" Emitió brevemente ante su estado de confusión total por lo que acababa de escuchar, pero Darling no pareció llegar a escucharlo. Su cerebro se quedó en trance durante los siguientes segundos, sentía que le pasaba lo mismo que a Bob Esponja, que había mini Apples ahí buscando desesperadamente el archivo donde tenía almacenado lo que era esa palabra.

"¡Daring! Me da igual que Dexter no pueda, que yo también estaba ocupada y me has interrumpido" Su chica habló con un tono de voz más alto que antes, mientras se alejaba de ella para incorporarse y sentarse correctamente en el sofá.

Clamidia, ¿qué mierda era eso? Vamos Apple, qué la palabra te suena ¿de qué se trataba? Se preguntaba internamente a sí misma, intentando recordar por qué le era familiar y dónde la había escuchado ya. Se encontró desesperada mirando a su alrededor en busca de pistas que la ayudaran y curiosamente cuando volvió a mirar la televisión su cabeza encontró lo que necesitaba para acordarse. La llamada anterior de Raven hizo que tuvieran que parar la película de La La Land en la escena donde Rayn Hosting y Emma Stone estaban tocando en un piano, y ver en ese momento a la actriz hizo que recordará donde había escuchado esa palabra por primera vez. La escuchó en aquella película donde Emma hacía de adolescente y mentía sobre que había perdido la virginidad y desde ahí se creaba una mala reputación donde todo el instituto la tacha de chica fácil. Los cables de su cerebro tardaron un poco más en conectar hasta que recordó que la clamidia era lo que decía un chico del filme que se lo había pegado la protagonista. Era una ETS, ahora lo recordaba, ¡era una maldita enfermedad de trasmisión sexual!