𝕱𝖔𝖗𝖊𝖛𝖊𝖗 𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖑𝖜𝖆𝖞𝖘 | ʙᴡ

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" Estación King's Cross 9¾"

Las chicas ya habían bajado para desayunar pero Blair fue la última, ya que no se decidía que ponerse pero tomó un suéter rojo, una falda blanca y los tenis blancos que siempre usaba.
Al bajar se encontró con todos desayunado menos con el Sr. Weasley, se sentó junto a los gemelos y Molly le sirvió el desayuno.

Bill y Charlie decidieron ir a despedirlos a todos a la estación de King's Cross pero Percy, disculpándose de forma exagerada, dijo que no podía dejar de ir al trabajo.

-En estos momentos no puedo tomarme más tiempo libre -declaró- Realmente el señor Crouch está empezando a confiar en mí.

-Sí, ¿Y sabes una cosa, Percy? -le dijo George muy serio- Creo que no tardará en aprenderse tu nombre.

La señora Weasley tuvo que habérselas con el teléfono de la oficina de correos del pueblo para pedir tres taxis muggles ordinarios que los llevaran a Londres.

El viaje resultó muy incómodo porque iban apretujados en la parte de atrás con los baúles. Blair iba junto con Bill, Charlie y Ginny en otro taxi, dejando a Molly con los gemelos y a Harry, Ron y Hermione en otro. Fue un alivio llegar a King's Cross, aunque la lluvia caía aún con más fuerza y se calaron completamente al cruzar la transitada calle en dirección a la estación, llevando los baúles. Blair ya estaba acostumbrada a entrar en el andén nueve y tres cuartos.

No había más que caminar recto a través de la barrera, aparentemente sólida, que separaba los andenes nueve y diez. La única dificultad radicaba en hacerlo con disimulo, para no atraer la atención de los muggles. Aquel día lo hicieron por grupos. Harry, Ron y Hermione (los más llamativos, porque llevaban con ellos a Pigwidgeon y a Crookshanks) pasaron primero: caminaron como quien no quiere la cosa hacia la barrera, hablando entre ellos despreocupadamente , y la atravesaron... y, al hacerlo, el andén nueve y tres cuartos se materializó allí mismo. Luego siguieron los gemelos.. Ginny Molly y Charlie y dejando a lo último a Bill con Blair, quien cargaba a Oreo.

El expreso de Hogwarts, una reluciente máquina de vapor de color escarlata, ya estaba allí, y de él salían nubes de vapor que convertían en oscuros fantasmas a los numerosos alumnos de Hogwarts y sus padres, reunidos en el andén. Los gemelos subieron a buscar un sitio disponible mientras Blair se quedó a despedirse de Molly y los demás.

-Trata de que los chicos no se metan en muchos problemas, cariño!- Molly hablaba con Blair sobre el trío de oro y los gemelos.

-Trataré de controlar a los gemelos pero los otros tres siempre desaparecen, esperemos que sea un año tranquilo y no se metan en problemas.

Blair se acercó a Bill mientras los demás se despedían de la Sra. Weasley.

-Te voy a extrañar-hablo la castaña abrazando a Bill- Te voy a mandar cartas y más te vale que respondas William-dijo de manera amenazante haciendo que Bill ría.

-Quizá nos veamos antes de lo que piensas -le dijo el pelirrojo sonriendo al abrazarla.

-¿Por qué? -le preguntó Fred muy interesado mirando a ambos chicos abrazados.

-Ya lo verás -respondió Charlie-Pero no le digas a Percy que hemos dicho nada, porque, al fin y al cabo, es «información reservada, hasta que el ministro juzgue conveniente levantar el secreto».

-Sí, ya me gustaría volver a Hogwarts este año -dijo Bill aún abrazando a la castaña bajo la atenta mirada de las mujeres junto a ellos.

Bill miraba el expreso a Hogwarts con nostalgia.