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El resto de la mañana todos decidieron dormir, en la tarde llegarían sus baúles de Hogwarts. Entre Hermione y Blair, ayudaron a Ginny a vestirse, debían de camuflarse entre los muggles.

— ¿Dónde queda el hospital?— inquiero Harry, mientras el grupo seguía a Moody y Tonks hasta San Mungo.

—No lejos de aquí— refunfuño Moody mientras apretaban el paso en el viento invernal, enuna amplia calle llena de tiendas y compradores navideños. —.No fue fácil encontrar una buena ubicación para el hospital. Ningún lugar en el callejón Diagon era lo suficientemente grande y no podíamos tenerlo bajo tierra como el Ministerio, no seria saludable. Al final se la ingeniaron para construirlo aquí. En teoría los magos enfermos podrían venir y simplemente mezclarse con la multitud. — se volteó a mirar al resto.— Aquí es — señaló Moody.

Habían llegado frente a una tienda por departamentos de ladrillos rojos, grande y pasada de moda, llamada Purge y Dowse Ltd. El lugar tenía un aspecto destartalado y miserable; Los aparadores consistían en unos pocos maniquíes astillados con sus pelucas torcidas, parados desordenadamente y modelando ropas de al menos 10 años atrás. Había grandes letreros en las polvorientas puertas donde se leía: 'Cerrado por Remodelación'. Blair alcanzó a escuchar claramente a una mujer gorda con bolsas plásticas en la mano, decirle a su amiga mientras pasaban. "Este lugar nunca está abierto ...". 

—Bien — comentó Tonks, haciendo señas hacia un ventanal que solo mostraba un feo maniquí femenino. Sus pestañas postizas colgaban y modelaba un vestido verde de nylon con delantal-. ¿Todos listos?

Ellos asintieron, rodeándola. Tonks se inclinó cerca del cristal, mirando al feo maniquí, su respiración empañaba el vidrio.

— Hola— saludó — Estamos aquí para ver a Arthur Weasley. — susurro hacia el maniquí detrás del cristal.

A pesar de todo el estruendo que hacían los autobuses al circular detrás de ellos y todo el bullicio de la calle llena de gente, el maniquí movió brevemente la cabeza y hizo señas con un dedo articulado.

Tonks agarraba a Ginny y a la Sr. Weasley por los codos, y atravesaron el cristal desapareciendo de la vista de todos. Le siguieron los gemelos junto con Ron y las hermanas Granger.

Atravesaron una especie de cortina de agua fría, y salieron, secos y calentitos, al otro lado. Se encontraron en lo que parecía una abarrotada sala de recepción, dónde varias hileras de magos y brujas estaban sentados en viejas sillas de madera; algunos tenían un aspecto completamente normal y leían con atención ejemplares viejos de Corazón de brujas; otros presentaban truculentaa desfiguraciones, cómo trompas de elefantes o más manos de la cuenta que les salían del pecho.

La sala no estaba mucho más tranquila que la calle porque varios pacientes hacían ruidos extraños: una bruja de cara sudorosa que estaba sentada en el centro de la primera fila y que se abanicaba con fuerza con un ejemplar de el Profeta, soltaba constantemente un sonido agudo mientras expulsaba vapor por la boca y un mago mugriento, sentado en un rincón, producía un tañido semejante al de una campana cada vez que se movía; con cada tañido, la cabeza le vibraba de una manera espantosa y tenia que sujetarla por las orejas para que se estuviera quieta.

Unos magos y algunas brujas, vestían túnicas de color verde lima, se paseaban por las hileras de pacientes haciendo preguntas y tomando notas en pergamino que llevaban agarrados con sujetapapeles. Llevaban un emblema bordado en el pecho; una varita mágica y un hueso cruzado.

Blair se acercó a la Sra. Weasley quien se formó en la larga cola que había ante una bruja rubia y regordeta que estaba sentada detrás de un mostrador en donde un letrero decía: «Información»

La Sra. Weasley había llegado por fin al mostrador.

— Hola — saludó—, está mañana iban a cambiar de sala a mi marido, Arthur Weasley. ¿Podría decirnos...?

— ¿Arthur Weasley? — repitió la bruja mientras pasaba un dedo por una larga lista que tenía delante. — Si, primera planta, segunda puerta a la derecha, Sala Dai Llewellyn.

— Gracias. — dijo la Sra. Weasley, y dirigiéndose a sus acompañantes añadió —: Vamos.

La siguieron a través de las puertas dobles por un estrecho pasillo que había a continuación, en cuyas paredes colgaban más retratos de sanadores famosos, iluminado mediante globos de cristal llenos de velas que faltaban en el techo y parecían gigantescas pompas de jabón.

Subieron por una escalera y llegaron al pasillo de «Heridas Provocadas por Criaturas» en la segunda puerta de la derecha había un letrero que decía: «Peligro. Sala Dai Llewellyn: Mordeduras graves.»

— Nosotros esperamos fuera, Molly— dijo Tonks— Arthur no querrá que entren demasiadas visitas a la vez... Primero entren ustedes.— dijo mirando a todos los pelirrojos.

Ojo loco grupo en señal de aprobación y se quedó apoyado en la pared del pasillo, mientras el ojo mágico le giraba en todas direcciones. Harry también se quedó fuera, pero la señora Weasley alargó un brazo y lo empujó por la puerta mientras le decía:

— No seas tonto, Harry, Arthur quiere darte las gracias.

Las hermanas Granger se quedaron a un lado junto con Tonks. Las tras conversaban sobre cosas triviales y por momentos sobre lo ocurrido con el Sr. Weasley.

La puerta por la que anteriormente los demás se habían ido, volvió a abrirse dejando ver una cabellera pelirroja que Blair reconoció de inmediato.

— Bill.— Blair se acercó a su novio al verlo acercarse a ellas y lo abrazó.

— Hola preciosa.— murmuró sobre su oido.

— ¿Cómo estás?

— Mejor ahora que pude verlo y hablar con él.— la castaña acarició su mejilla y sonrió levemente.— Papá quiere que entren.— miro a ambas Granger — Dice que quiere ver a su nuera.— el pelirrojo sonrió al ver a su novia ponerse roja y escuchar las risas de su cuñada y de Tonks.

— ¿Te quedarás?— inquirió Blair.

— No, hubo una emergencia en Gringgott, debo ir.— miro en dirección a la puerta y añadió; — Vendré mas tarde para ver como siguen todos.

— De acuerdo. Te veré más tarde, entonces.— Blair miro a su hermana quien la esperaba junto a la puerta.— Te amo.

— Te amo preciosa.— el pelirrojo la beso y se despidió de su cuñada haciendo un gesto con su mano, el cual, fue correspondido.— Nos vemos después.— dicho eso, se alejó y ambas chicas ingresaron a la habitación para ver al Sr. Weasley.

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⏰ Last updated: Apr 30 ⏰

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𝕱𝖔𝖗𝖊𝖛𝖊𝖗 𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖑𝖜𝖆𝖞𝖘 | ʙᴡWhere stories live. Discover now