𝕱𝖔𝖗𝖊𝖛𝖊𝖗 𝖆𝖓𝖉 𝖆𝖑𝖜𝖆𝖞𝖘 | ʙᴡ

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"Alucinaciones"

Los gemelos por petición de las chicas salieron a buscar a la señora Weasley y se toparon con Bill sentado en el suelo junto a la puerta, pero a penas escuchar que esta se abrió se levanto rápidamente y lo poco que logro ver fue a su novia recostada en la cama con las chicas a su lado, y a Ron y Harry a un lado mirándola preocupados.

Un deja vu llegó a él, recordó cuando estaban en el mundial de Quiddicht y Blair comenzó a gritar mientras dormía. Despues recordó el Boggart de ella, era un chico castaño con una sonrisa rara que no despegaba los ojos de Blair, intimidándola cada vez más.

—¿Me pueden decir que pasa?—preguntó hacía sus hermanos.

Ambos se miraron;— ¿Ella no te lo dijo?—preguntó Fred.

—¿Qué cosa? ¿De qué hablan? ¿Blair esta bien?—Intento entrar pero los gemelos lo frenaron.

—Perdón hermano pero es mejor dejarla sola un rato, al menos hasta que se calme.—dijo George y ambos bajaron las escaleras en busca de su madre.

Ignorando el comentario de sus hermanos decidió entrar a la habitación.

—Bill, mejor ve...

—Mejor nada, es mi novia la que esta llorando y ustedes solo me ignoran.—se quejo esquivando a Ron y acercándose a ella.—Déjenos solos.—pidió.

—Pero ella...

—Vamos Ginny.—la interrumpió Hermione.—Necesitan hablar.—la pelirroja asintió y salió de la habitación seguida por Harry y Ron.—Esto es por... Si acaso.—le entró un pequeño frasco, el cual contenía unas pastillas.

Bill asintió confundido y la castaña menor salió dejándolos solos. Blair había logrado calmarse un poco, pero aun no abrió sus ojos, no podía ver a Bill, se sentía mal con ella misma por no haber hablado con él sobre eso desde un principio.

—Linda...—susurró mientras que con delicadeza acariciaba su cabello.—¿Qué ocurre?

—Lo lamento...

—Mírame, dime que esta ocurriendo, quiero ayudarte pero para eso tienes que decirme que es lo que te pasa—acarició su mejilla limpiando las pequeñas lagrimas que se escaparon de sus ojos.—Confía en mi.

Blair lo miro por unos segundos, que para el pelirrojo fueron horas, en completo silenció. La castaña sabía que debía hablar, sabía que debía de soltar todo pero tenía miedo, miedo de lo que él pensaría, miedo por lo que Bill diría. Ignorando su lucha interior se acomodó en la cama quedando sentada contra el respaldo teniendo al pelirrojo frente a ella. 

Blair comenzó a contarle todo lo ocurrido hace tres años, todo lo ocurrido con ese chico de Slytherin, algunas cosas que no logró contarle a los chicos y que solo la sabían Hermione y Molly, también se las contó, se abrió completamente con Bill mientras este la escuchaba atentamente sin interrumpirla.

En ocasiones hacía pausas mirando la reacción de este, y en su rostro solo había tristeza, preocupación y enojo. Enojo hacía Thomas Harrison. Enojo por todo lo que tuvo que pasar su novia en esos años pero le agradecía a su cuñada y madre por ayudarla. 

Cuando por fin termino de contarle todo, éste la abrazo sorprendiéndola ante su reacción. Ahora comprendía el trato que ella tenía hacía él a penas se conocieron, ella tenía miedo, no quería volver a sufrir y él lo comprendía, lo que vivió fue muy duro para una chica de 14 años.

—Aún después de todo, ¿Quieres seguir conmigo?—preguntó la castaña después de calmarse nuevamente.

—Claro que si.—respondió sin dudarlos.—Esto no cambia nada, solo demuestra la confianza que me tienes al contarme algo así. Te prometo que nunca más volverás a pasar por algo como eso, nunca.—Bill dejo un casto beso sobre sus labios y ella acomodo su cabeza sobre su pecho.

✦ • ° *.

El sonido de vidrios rompiéndose despertó a Bill, quien dormía pacíficamente en la enorme cama, y también alertó a todos los presentes en la planta baja.

El pelirrojo se sentó de golpe en la cama a la vez que varios pisadas se escuchaban provenir desde las escaleras.

Asustado se levantó acercándose al baño a penas notar la ausencia de su novia, quien debería de estar durmiendo a su lado.

—Linda, ¿Estás bien? —preguntó sin querer invadir la privacidad de la castaña. —Blair. —volvió a llamar dando leves golpes a la puerta. —¿Blair? Voy a entrar. —informó antes de abrir la puerta.

Soltó un jadeo de sorpresa al ver a la castaña en el suelo, su mano llena de sangre, el espejo roto y todos pedazos de este, alrededor y encima de ella.

—¡Blair!

—Bill, hijo ¿Qué ocurre? —preguntaron fuera de la habitación, el pelirrojo reconoció la voz cansada de su padre.

—¡Muévanse! —Hermione empujó a Ron al no obtener respuesta y apuntó su varita hacía la puerta exclamando:— ¡Alohomora!.

Bill levantó a la castaña en brazos con delicadeza y salió del baño viendo como la Granger menor entraba a la habitación seguida por el resto de la familia Weasley, Sirius y Harry.

—¡Por Merlín! ¿Qué le paso? —exclamó asustada Hermione.

—No lo sé, escuche un golpe, al despertar no estaba y me acerqué al baño. —comenzó a explicar mientras recostada a su novia en la cama con delicadeza. —Estaba tirada y el espejo roto. —miró detrás de él, los pedazos aún en el suelo y en el lava manos.

—Alucinaciones... —murmuró Hermione pero debido al silencio que había en la habitación todos lograron escucharla.

Hermione y las dos mujeres Weasley compartieron miradas confundiendo a los hombres presentes.

—¿Sus pastillas? —preguntó hacía Bill.—¿Las tomó? ¿Dónde están?

—No, no lo hizo, dijo que no era necesario.—respondió pasándole las pastillas.

—Solo se desmayo, y tiene un pequeño corte en la mano pero estará bien. —habló la Sra. Weasley quién había revisado a Blair mientras los chicos hablaban.— Debe tomar esto si o si, le traeré la cena, ya no debe tardar en despertar. —informó y miró al resto.—Dejemos que descanse.

—Pero yo quiero quedarme con ella. —dijo Ginny.

—Nosotros también. —siguieron los gemelos. —Somos sus mejores amigos.

—Yo igual. —Harry miró a Blair y luego a Molly.

—Yo me quedaré con ella. —habló Bill y el resto comenzó a quejarse.

—Ya niños, fuera. —ordenó la patriarca Weasley. —Pueden verla después. Les traeré algo de comer, no me tardó.

—Gracias. —Respondió el pelirrojo acomodándose junto a la castaña.

Los chicos de a uno fueron acercándose a su amiga y dejaron un beso en su frente para después salir de la habitación, la última fue Hermione, Bill al notar aún su presencia volteó a verla.

—Es difícil para ella. —habló la Granger. —Sigue yendo al psicólogo. Es como un doctor en el mundo muggle, la ayuda para intentar superar lo que pasó. —explicó al ver la cara de confusión del pelirrojo. —A lo que voy es que, te agradezco por apoyarla y no dejarla después de esto. Se que también puede ser difícil para ti.

—En verdad amo a tu hermana. —Hermione sonrió de lado mirando a la castaña. —Se lo dije a ella... —volteo a verla.—El que me haya contado todo esto, solo demuestra la confianza que me tiene y... La admiro, es muy fuerte.

—Si que lo es. —la Granger menor beso la mejilla de su hermana. —Los dejó solos. —Bill asintió y miró a Blair después de escuchar como la puerta se cerraba.