Café Mentolado || VOLKACIO

XXXIV

[....]

Volkov se desvaneció durante la mitad del vuelo.

Había tratado de no llorar en público ya que consideraba que era algo vergonzoso, estúpido y humillante, sin embargo y sin poder evitarlo comenzó a llorar en algún momento del vuelo. Derramando lágrimas de manera silenciosa mientras dejaba la cabeza recargada sobre la ventanilla. Intentando que sus sollozos no lo delataran frente a su vecino, el cual debería estar pensando que Volkov estaba deprimido o algo parecido.

Era sólo… ¿Por qué Horacio tuvo que cruzar todo el camino?

O más bien, ¿Por qué decidió regresar cuando Volkov estaba intentando ignorar la situación?

El de cresta pudo solo olvidarse de aquello y dejar que el ruso se fuera de manera quieta y silenciosa. Pero no. Él tuvo que estar ahí, cada noche, esperando a Volkov impacientemente afuera de la puerta de su habitación…

Si ya no estaba interesado, ¿entonces, por qué?

Si estaba dudoso de sus sentimientos, ¿entonces por qué?

Si ya le había dado ese desplante tan cruel e insensible a Volkov, ¿entonces, por qué?

El ruso pudo haber tenido una noche difícil, sin embargo, Horacio estuvo ahí para endulzar su dolor y triplicar su tormento para la mañana siguiente.

Simplemente, Volkov quería entender un poco qué era lo que pasaba con los pensamientos de Horacio.

Si se trataba de un juego o no.

Lo que fuera.

Alguna pista para descifrar lo que estaba planeando.

Pero no hubo nada.

Solo una mirada que jamás reveló lo que se tramaba tras ella.

Volkov suelta un suspiro y luego se lleva la manga al rostro, para secar con ella su mirada empapada en un llanto silencioso.

Tal vez alguien podría quitarle ese dolor con alguna de sus bromas tontas.

Volkov cerró los ojos y pensó de inmediato en Paola Reyes. Su única y verdadera mejor amiga.

Alguien que lo amaba sincera y puramente.

Tal vez, después de todo debía intentarlo con ella.

Ya no tan solo por un compromiso forzado.

Tal vez ahora había un poco de consentimiento y iniciativa …

"Oh, perdóname Paola, te he traicionado con una persona que al final me decepcionó y me dejó solo cuando me había rendido a él. 

Me ilusioné de la manera en que tu te ilusionarte conmigo. Sé lo que sientes y lo lamento.", pensó de manera penosa mientras más lágrimas escurrían de sus ojos.

De pronto, alguien deja caer algo sobre su hombro.

Volkov sobresalta, volteando con el rostro lloroso para mirar que era lo que estaba sobre él.

¿La… cabeza de la otra persona?

¿Se había quedado dormido?

¿Qué cojones?

Volkov, sorprendido y confundido a la vez encoge sus hombros, aclara la garganta e intenta llamar la atención del contrario.

—Disculpe —Habla de manera temblorosa y con una voz nasal debido al llanto acumulado en él.