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La bienvenida de Volkov se había sentido impactante, en realidad.
Nadie se imaginaba que la mano de su padre sería la primera que se estrellaría contra el rostro del ruso, haciendo que su nariz comenzara a sangrar en el momento del estruendo.

Aún cuando todas las miradas estaban en ellos, ahora se sentía como si nadie quisiera ver la escena.

Paola miró a su querido suegro con el rostro sorprendido y asustado. La gran e intimidante esposa del hombre que golpeó al ruso ni siquiera parpadeó . Y Jack Conway se encogió y trató de apartar la mirada para escapar de la tensión que le estaba respirando en la nuca a cada uno de los sujetos en la sala.

Volkov, por el contrario, intentó de mantener el rostro en alto, aun cuando su piel se sentía caliente por el impacto.
La sangre se estaba empezando a escurrir por sus labios y barbilla.

-Te atreves a aparecerte aquí después de tres semanas de no contactar con ninguno de nosotros -Habló a regañadientes el mayor. Con el enojo totalmente hundido en sus propias palabras. -. Ni siquiera tuviste el valor de venir aquí cuando Jack te llamo en navidad...

Paola hizo un movimiento extraño. Como si hubiese tratado de decir algo, sin embargo, aquella amarga mujer la frenó con una mirada que hizo que la joven se quedara en su lugar.
Había pasado un tiempo desde que Volkov sentía la sangre en su paladar. De nuevo, como hacía unos largos días, estaba mordiendo el interior de su mejilla...

No había tenido que hacerlo desde que Horacio se inclinó hacia él en aquel hotel y le besó por primera vez.

Ahora las cicatrices dentro de su boca estaban escurriendo de nuevo..

-Pero estoy aquí -Le respondió de la manera más firme que le fue posible.

De alguna manera pensar en Horacio le había tranquilizado un poco, aunque el dolor continuaba exaltándolo...

-Vine aquí cuando Paola me llamó porque dijiste que querías hablar conmigo -Continuó el ruso menor -, también estoy aquí antes de que la junta comience...

-Ese no es el punto -Interrumpió de inmediato, tratando de contener otro golpe. -, es que estoy a punto de entregarte lo más importante en mi vida.

La esposa de su padre sobresaltó en cuanto lo escuchó decir eso. Volkov quiso reír por un momento, pero decidió ignorarlo al igual que todos los demás en la habitación.

Su padre levantó sus dos manos y se inclinó hacia él amenazantemente.
Lo tomó de los hombros e implicó fuerza con la intención de lastimarlo en el momento.

-Necesito saber si vas a cuidar de esto tanto como yo lo he cuidado -Dijo.

Estaba comenzando a ser doloroso.
Su agarre y la manera en que lo miraba.

Como si no confiara en él.

Volkov asintió apretando los dientes.

Cuanto más rápido fuera era mejor. Para todos.

Solo tenían que firmar los papeles que se tuviesen que firmar y todo comenzaría a tomar su rumbo, con calma y más tranquilo...
Todo iba a estar bien cuando los ingresos subieran y mantuvieran al ruso bajo control.

Si, todo... todo debería estar bien.

Solo tenían que dejarle la empresa...

Su padre chasqueó los dientes y desvió la mirada. Soltando al ruso y sujetando su tabique realmente frustrado ahora.

Su querida esposa se acercó a ellos. Haciendo resonar sus pasos con los zapatos de plataforma que estaba usando.
Tomó el brazo de su marido y con la mirada engreída y en alto fue acompañada junto a su esposo hacia la salida de la habitación .

Café Mentolado || VOLKACIOWhere stories live. Discover now