Once

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Ethan

Su madre reía a carcajadas por un chiste malísimo que Levi contó, una risa chillona y escandalosa sonaba en todo el comedor-sala de su casa o quizás hasta el segundo piso se escuchaba.
Él solo se limitó a soltar un bufido en un intento de reírse por el chiste malo, su madre tenía un pésimo sentido del humor que al parecer Levi también compartía.

Le parecía sorprendente como es que hacía un momento su madre estaba seria y casi fulminándolo con la mirada sobre quién era aquel chico moreno de hermosos ojos miel en su sala. Ethan tuvo que explicar que él había sido el chico que lo defendió del acoso de los pervertidos, a lo que la mujer abrazó sin dudar a Levi agradeciendo haber cuidado de su hijo mientras ella no estaba pidiéndole que se quedara a comer con ellos; por suerte, su madre no los interrogó sobre cómo es que sabía que  su hijo era un travesti aunque sabía que más tarde le preguntaría.

- Tu amigo es muy divertido, hacía mucho que no reía así -dijo la mujer acariciando sus mejillas mientras hacía un gesto de dolor-. Me duele el rostro.

- Creo que te estás pasando con el vino mamá -la reprendió el rubio quitándole la botella casi menos de la mitad.

- Solamente fue un poco -le respondió terminando de beber lo que quedaba en la copa-. Iré a tomar una ducha. Un gusto en conocerte Levi -sonrió la azabache para luego darle un beso en la frente a Ethan.

Casi como al principio de la visita, el ambiente se quedó en completo silencio con miradas un poco incómodas o simulando pensar en que decir. Ethan no sabía que decir, no era bueno con las conversaciones, Jane era muy habladora y cuando ella mencionaba un tema de su interés hablaba un poco mientras Demian solía hablar cosas de anime, cosplay, mangas... Cosas que él no entendía mucho. 
Cosas de Otaku, le había dicho Jane una vez.

- Tu madre es muy linda -atinó a decir el chico ojos de miel-. Es muy... Cálida casi como un sol. 

Ethan sonrió.

- Lo es. A pesar de todo, jamás se apagó -se encogió de hombros aunque en si mentía; luego de que su padre muriera el brillo de su madre disminuyó un poco.

No quería contar eso.

- ¿Tú vives con tus padres? -fue la única pregunta que se le ocurrió para cambiar de rumbo.

Aunque en parte sentía curiosidad, Levi conocía varias cosas de él que nunca a nadie le había dicho, sentía interés en quién era Levi Mondlitch y por qué aún actuaba de una manera coqueta hacia él. Luego de que descubriera su verdadero género aún seguía dándole halagos y cumplidos sobre lo lindo que se veía, que su falda era linda; su labial era lindo; su sonrisa era linda... Incluso cuando le abrió la puerta hecho un desastre le dijo que se veía hermoso.

No era normal que un hombre le dijera lindo a otro hombre.
Aunque tampoco era muy varonil de su parte vestir de mujer.
La verdad ya no sabía que era normal.

- Vivo con Yannick en una habitación de alquiler -respondió apoyando su mejilla en su mano-, mis padres están en otra parte del estado, un poco más al norte.

- Oh, eso explica porqué siempre están juntos. Se ve que son muy cercanos.

- Demasiado -sonrió de manera nostálgica-. Casi nacimos juntos así que, si, demasiado cercanos; como el hermano que nunca tendré ¿Tú eres hijo único?

Ethan asintió.

- Mis padres sólo tenían planeado que naciera yo, así que sí -movió su plato hacia adelante para así apoyar sus codos sobre la mesa- soy hijo único.

- También fui planeado, soy el futuro jefe de la manada -suspiró con pesadez mirando el florero del comedor- por lo que la presión y responsabilidad recae sobre mí al ser hijo único.

Moonshine Where stories live. Discover now