Moonshine

Treinta y Uno

Ethan

- ¡Feliz San Valentín, Elise! -gritó la castaña recibiéndola en la entrada del aula con los brazos abiertos. Rodeando su cuerpo con un apretujado abrazo que le sacó el aire de los pulmones.

- Agh, Jane... Espera...

Fue soltado de pronto volviendo a sentir su cuerpo liberarse, la chica sonreía de oreja a oreja entregándole una pequeña bolsa de plástico transparente en sus manos.

- Toma, las hice anoche. Por ser mi amiga te mereces este delicioso cupcake de chocolate -dijo volviendo a darle otro pequeño abrazo- ¡disfrutalo! Está hecho con amor -susurró a lo bajo antes de irse.

La chica de anteojos tomó otra pequeña bolsa transparente de su mochila para ir corriendo tras otra compañera de otro grupo, la recibió de la misma manera que él; un aplastante abrazo junto con un cupcake.
Sonrió ligeramente para llegar y sentarse en su pupitre, Demian estaba escribiendo algo en una hoja supuso que era una tarea que su compañero no pudo terminar por ver sus animes aunque le entendía, llegó a ver uno que Jane le recomendó era Ranma ½, lo detestó para el capítulo cinco.

- Jane se ve... Radiante -dijo el azabache llamando la atención del castaño que dejó de escribir.

- A Jane le gusta regalar cupcakes, anoche no terminé el ensayo por ayudarle a hornear.

- ¿Le regala a todos?

Demian negó.

- Sólo a los que ella cree que son importantes, los que considera sus amigos.

- Oh, entiendo. Pues muchas gracias a ti también Demian -sonrió alzando el pastelillo.

El castaño asintió siguiendo escribiendo de su ensayo, Ethan miraba contento aquel regalo que su primera amiga le dió, sentía su corazón latir y que todo a su alrededor brillaba cuyo sol iluminaba las flores en primavera por primera vez en un largo invierno; parecía que todo florecía al haber escuchado a Jane llamarla "amiga", sonaba cruel pero desde que los conocía jamás los consideraba amigos porque no sabía si sería correcto dirigirse ante ellos de esa forma.
Por lo que estaba agradecida de tener dos buenos amigos a su lado, aunque Demian no se lo dijera que le haya ayudado a Jane a hornear significaba que también era su manera de decir lo mismo, abrazó suavemente contra su pecho aquel pequeño postre intentando no aplastarla con sus manos.

Quería llorar más no lo hizo.
No quería arruinarlo.

Levantó la mirada hacia la ventana observando a Levi entrar junto con Yannick, ambos conversaban como siempre sobre quién sabe que cosa ¿Levi le habría preparado algo para San Valentín? No es que esperara algo a cambio, Ethan siempre recibía regalos eran muy pocas las veces que le daba algo a Levi, de hecho, traía en la mochila uno de sus mejor mini cuadros echo al óleo.
Ya que Levi adoraba la luna y su noche estrellada, le dibujó el cielo nocturno con un diminuto lobo aullando hacia la luna plateada; esperaba que le gustara, incluso compró chocolates con sabor a café sabía que su novio era un adorador del café.

*

Cuando llegó del receso encontró bastantes cartas, corazones de papel y algunos chocolates en la mesa de su pupitre. Detrás de él, estaba el castaño quien le decía coquetamente lo precioso que se veía usando aquellas medias oscuras sonriendo y mirándolo de la misma manera que siempre lo hizo: amor y ternura. Al menos así fue hasta que vio todos aquellos regalos de San Valentín que no esperaba recibir desde la preparatoria, tal vez era molestado por su gusto a la ropa femenina pero existía hombres y mujeres que de todas formas le expresaban su amor a base de palabras. Ni siquiera las leía, era más fácil tirarlos a la basura.