Veinticinco

583 76 13
                                    

Levi

- Ahora no puedo -Ethan forcejeó para soltar el agarre.-, tengo que ir a casa.

- Necesito hablar contigo, no puedes irte -contestó sin titubear, sin miedo a alzar la voz.

El rubio lo miró sin decir nada, dudando, pensando y decidiendo.
Levi se quedó esperándolo firme, si se negaba lo seguiría hasta su casa aunque se enojara con él no lo dejaría ir ni planeaba hacerlo; lo enfrentaría, también merecía ser escuchado.

- Yo no tengo nada que hablar contigo -murmuró de forma agresiva frunciendo el entrecejo-. Así que por favor, déjame en paz.

Al verlo caminar, el castaño lo siguió de manera insistente sabía que estaba enojado con él y Levi sabía por qué, también quería disculparse por eso antes de decirle todo. Caminaba detrás de el rubio intentando seguir sus pasos rápidos, al ser más bajo tenía las piernas más cortas por lo que cada paso que Ethan daba eran dos pasos extra para él, así que se esforzaba por no perder la paciencia en ese momento ante la actitud fría e indiferente de su chico; por una vez, se sentía desesperado por eso, normalmente se mantenía sereno ante cualquier situación pero en ese momento, su temperamento estaba empeorando a tal punto de sentirse como su padre.

Cuando tenía once años, la edad dónde comenzaba a entrenar verdaderamente como alfa su madre y padre habían peleado, nunca supo porqué pero recordaba como su madre lo ignoraba, evitaba y lo trataba como si no existiera. Cosa que al orgullo de su padre no le gustaba para nada pero hacía su esfuerzo de no arruinarlo, recordaba las expresiones y la voz de falso arrepentimiento que usó al pedirle perdón. Lo único que quería su padre, era acabar con esa tensión, al final su madre lo perdonó volviendo a ser la pareja ejemplar de la manada.
Incluso la esposa Luna podía ignorar al alfa sin que se tome como ofensa.

Justamente así se sentía, aunque su orgullo no estaba siendo tan pisoteado si le molestaba la actitud del rubio y entonces volvió a tomarlo de la mano recibiendo una mirada de molestia.

- Ethan, por favor -suplicó suavizando su voz.

- No quiero, por Dios Levi, no hagas las cosas más difíciles -lo último sonó bastante cortado. Ethan estaba dolido, provocando que su corazón se encogiera.

- Yo, lo lamento. Lamento no haberte llamado y dejarte solo -lo miraba fijamente para que viera que lo decía en serio-, fui... Soy un idiota -se corrigió sin apartar su vista ni un segundo.

Pero Ethan no lo miraba para nada, Levi seguía esperanzado en que lo hiciera, sentía su pecho latir fuertemente, su estómago le dolía, sentía que el aire no llenaba sus pulmones dándole una sensación de ahogamiento; dió un par de pasos tomando delicadamente su mentón para obligarlo a que lo mirara, sintió una punzada en su pecho al ver aquellos ojos grises completamente cristalizados, llenos de lágrimas.

- Ethan... -lo llamó limpiando con sus pulgares las pequeñas lágrimas en sus mejillas.

- ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? Me dolió, me dolió mucho no verte -su voz temblaba parecía que su garganta se cerraba- todo lo que dijiste, esas palabras ¿Fue mentira?

- No, no lo fue. Jamás mentí, para mí eres la persona más importante en mi vida, eres hermoso y no me importa si eres un hombre o mujer, te amo a ti, Ethan. Esa es la verdad.

Lo había dicho, lo había confesado, no pensó en que lo haría ni supo cómo pero se sentía muy bien decirlo. Los ojos grises lo miraban atónitos, probablemente él solamente lo miraba como un amigo y decirle de pronto aquellos pensamientos tan profundos que llevaba reprimiendo desde que lo conoció, lo dejó en shock.
Levi supuso que quizás todo ese tiempo solamente eran amigos, aunque aquellos besos... Esas caricias..., Tal vez se arrepintió de eso y prefería primero la amistad antes que el amor.
Tragó en seco, se estaba preparando para recibir un «no siento lo mismo» como respuesta, dolía mucho pensarlo incluso su lado lobo se sentía sofocado con una punzada en su corazón.

Moonshine Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang