Veinticuatro

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Levi

Se había esfumado como el humo de un cigarrillo, yendo de un lado a otro sin saber a dónde parar. Desde que dejó a Ethan sentía que nada tenía sentido, se sentía horrible el haberlo dejado así, solo sin ninguna explicación; debes en cuando lo veía de lejos pero se veía igual de perdido de que él solo que nunca se acercaba porque no sabía que hacer o decir.
Nunca sabía que hacer o decir, nunca sabía cómo actuar ante él.
No quería arruinar nada.

Pero Levi no se daba cuenta que ya lo estaba haciendo.

Incluso tenía la esperanza de poder verlo en la cafetería pero desde esa noche, ya no iba al local como solía hacerlo, probablemente porque él estaba molesto y no quería verlo, cosa que entendía a la perfección.
Le daría el espacio que necesitara porque él también tenía demasiadas cosas en qué pensar pero no sabía por dónde empezar. Ni siquiera había tenido la oportunidad de declararse porque Levi deseaba que Ethan supiera quién era realmente, quería que amara todo de él así como él lo amaba de la misma forma.

Pasaba todo el día y noche pensando y recordando. Lo extrañaba demasiado, extrañaba su aroma; su sonrisa; su calor; sus labios; extrañaba tener su cuerpo junto al suyo fundidos como uno solo.

**
Aquella noche cuando lo vio estacionarse frente a su casa se sintió feliz, por un momento pensó en salir pero dudó, dudó en si valía la pena salir a pesar de todo; deseaba verlo se sentía estaba muy ansioso que cambió al instante de opinión por lo que corrió a despertar a Yannick pues no quería que al tocar, nadie saliera.

- ¿Por qué yo? Hazlo tú -se quejó el azabache poniendo la almohada sobre su cabeza para así no escucharlo.

- Por favor Yannick, por favor. Sólo dile que no estoy, no quiero que piense que lo evito -dijo Levi rogando quitando la almohada del rostro y tomando sus manos para que lo mirara-. Por favor.

Su amigo bufó molesto porque le habían interrumpido su sueño, Levi no pudo estar más que agradecido con él. Sentía su corazón latir muy rápido y su estómago revolverse por la ansiedad, su lobo interior se había puesto muy inquieto cuando sintió a Ethan pero cuando escuchó su voz... Sentía que iba a enloquecer.

- ¿Está Levi? -preguntó el rubio de manera tímida. El viento frío soplaba entrando a la cálida casa, siendo invadido por su aroma a lavanda.

Levi cerró los ojos y abrazó sus piernas para relajarse, sabía que si se dejaba llevar, iría tras su chico y se arrodillaría para darle una explicación sobre porqué estaba actuando como idiota además de rogar por perdón porque suponiendo que Ethan estaba enojado con él, se merecía una disculpa por lo que hizo.
Al menos, eso creía.

- No está, él regresó con su familia -respondió Yannick de manera indiferente pero su tono cambió drásticamente-. ¿Estás bien, Ethan?

- No, sí, estoy bien -su voz sonó temblorosa-. Disculpa por haberte molestado. Que tengas linda noche.

Su corazón se quebró al oírlo hablar así, le había roto el corazón, lo había lastimado; era lo que menos quería hacer, cuando se levantó Yannick lo fulminó con la mirada.

- Lo que estás haciendo no está bien -dijo con dureza a modo de regaño-. Si no se lo dices mal interpretará todo, él cree que ya no lo amas. Después ya no lo recuperarás.

Dicho esto, Yannick se fue a su habitación dejándolo solo en la entrada de la casa como si lo estuviera castigando, diciéndole indirectamente que se quedara ahí para reflexionar sobre sus acciones.
**

Limpiaba los baños del local, tallaba del excusado con rapidez pues los fuertes olores de los productos de limpieza le lastimaban la nariz de una manera horrible, ni respirando por la boca podía evitar la molestia. Aunque bueno, era mejor oler las flores que la suciedad que los hombres hacían en los baños, a veces detestaba limpiar de los hombres de varones por qué el piso terminaba sucio; el espejo manchado de agua; papeles tirados lejos de su respectivo cesto de basura... Entre otras desgracias que también compartían con el baño de mujeres. 
Una vez limpiado y desinfectado, pasó a lavar los lavabos, seguido de limpiar el espejo y sobre el jabón no se preocupaba, normalmente el dispensador en el baño de hombres siempre estaba lleno.

Moonshine Where stories live. Discover now