Treinta y Cinco

510 58 5
                                    

Yannick

Suspiró con pesadez. Su lobo chillaba en su interior, dolía su corazón y dolían las palabras feroces que el castaño le dijo aquel día.

«¿Qué somos, Yannick? ¿Somos amigos, somos "algo"? ¿O solamente me estás usando para satisfacer tus necesidades?»

Volvió a suspirar haciendo que su compañero de cuarto hiciera lo mismo, aunque en vez de hacerlo de la misma forma deprimente que él lo hizo con frustración. Levi se levantó del pequeño escritorio que tenían en su habitación,    se acercó a él con las manos en la cadera arrugando su nariz, molesto.

- ¿Qué diablos te pasa? Te la has pasado suspirando desde hace días, y tanto suspiro no me permite hacer mi tarea -se quejó el castaño   con las puntas de las orejas ligeramente teñidas de rojo.

- Discúlpame por no tener la privacidad de deprimirme -se levantó de la cama con el cabello desordenado como un nido-. En el baño podré deprimirme a mi gusto.

Decidido a encerrarse, su amigo lo detuvo con el rostro más relajado, ya se dió cuenta. Esperaba que no le haya leído la mente por qué eso sería mucho más vergonzoso.

- ¿Qué te pasa, Yannick? ¿Estás bien?

No supo que contestar, se mordió el labio inferior pensando en qué responder a ello, sería más fácil fingir demencia y decir que simplemente le dolía la cabeza o algo. Aunque no podía hacer eso, por mucho que quisiera, siempre se contaban todo quizá él le podía ayudar.

- Cuando conociste a Ethan, ¿alguna vez dudaste? ¿Dudaste en si estabas enamorado verdaderamente de él?

Levi se le quedó mirando confundido.

- ¿Por qué preguntas eso?

- Sólo responde.

El castaño se quedó pensando, sus manos sudaban sintiéndose ligeramente ansioso, tal vez fue una pregunta boba. Levi si era un lobo puro, por lo que él nunca dudó de Ethan porque ya estaba destinado y estaba en sus genes, no como él, un híbrido indeciso que ni siquiera conocía bien sus sentimientos por Demian.

- Sí. He dudado -contestó-, dudé cuando me enteré de su verdadero sexo no sabía si me gustaba más Elise o si me gustaba Ethan. Al final me di cuenta que solo lo amaba y no me importaba si era un él o un ella, yo lo amo y eso es suficiente.

- Que cursi eres -intentó sonreír para relajar el ambiente.

- Ya, ¿Porqué preguntas eso? Sabes, si no me lo cuentas de una vez me meteré en tu cabeza sucia para saber qué es lo que te tiene tan... -Levi se revolvió el cabello, relajó la cara haciendo una expresión triste y un suspiro pesado. Un fallido intento de imitación.

Yannick no pudo evitar soltar una carcajada, se sentía algo raro por no haber reído en días, tenía tantas bromas tontas por decir que llegaban a su mente como lluvia de ideas.

- Oh Levi, te ves tan sexy con tu cabello así -sonrió con coquetería mirándolo con ojos de deseo.

Recibió un golpe en la cabeza.

- Cállate -a pesar de que arrugó su nariz volvió a sonreír-. Este es el Yannick que conozco. ¿Ya me lo dirás?

Le contó lo que pasó, las mismas palabras que le dijo Demian fueron las mismas que le repitió a Levi quien lo escuchaba atentamente con una expresión seria en su rostro, por esas razones amaba demasiado a Levi; sabía en qué momentos reír, burlarse y divertirse y sabía en qué momentos ser buen oyente, serio y observador. Sería un gran alfa.
Al terminar, se quedaron completamente en silencio, podía oír la máquina de su laptop después de estar más de cinco horas encendida, podía oler la comida que estaba preparando la rentera en la cocina, podía oler ligeramente la humedad que entraba por la enorme ventana de la habitación.
Era probable que lloviera más tarde.

Moonshine Where stories live. Discover now