Mujeres Trofeos III

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Pasaron unos cuantos minutos, Eli ya tenía a Umi totalmente desnuda mientras se la cogía por el culo,doblada de espaldas en el suelo del depósito con la cabeza de la peliazul entre sus piernas. La peliazul veía los talones de sus pies a la altura de la cara.

Con Umi sometida por el pene de Eli, gritaba de placer.

- Más! Más, Eli-senpai! Quiero más de su semen dentro de mi cuerpo!-

- Ya lo sé, Umi-chan!-(derramando su transpiración, embestía con fuerza)- Aqui viene otra descarga sólo para ti!-

Umi daría un gran gemido al sentir como todo el semen de la rubia volvía a llenar todos sus intestinos. Parecía que estaba llenando todo hasta su estómago, así lo sentía la peliazul, tratando de contraer su trasero.

- Relajate, Umi-chan! Vas a sacarme el pene si aprietas tan fuerte! *risa malvada*-

- No me lo saqué todavía, Eli-senpai!-

Umi recorría todo el pene de Eli, subiendo y bajando, moviendo su trasero desde el piso como podía, recorriendo todo el largo pene de la rubia.

Umi estaba perdida en el placer y sus palabras llegaban hasta afuera donde ya había oscurecido y una Honoka que, con una mirada perdida y sus ojos sin ningún tipo brillo, sentía nuevamente a la pelirroja correrse por 4ta vez dentro de su vagina.

- Al menos sirves para algo, Kousaka-san... Uf! Uah!- (suspiraba excitada la pelirroja).

Maki se emocionaba mucho más cuando le quitaba la virginidad a una mujer. Eso era suficiente para que se excitará sin límites.

Sacó su pene cubierto de blanco y rojo del interior de la vagina de Honoka y se lo puso en la boca a la castaña.

- Vamos... Limpialo! Ahora!... No ves que está sucio?!-

- Cafame!- (recuperando un poco su voluntad, Honoka se resistía).

- Tú callate! Y limpia mi pene con tu inútil hocico, Kousaka-san!-

Honoka, en un ataque de furia, trataría de morder para arrancarle el pene a Maki.

La pelirroja, al ver lo que trataba de hacer, se hecho a reír.

- Jajajaja! Vamos, tu puedes! Hazlo con fuerza!-

Honoka trataba pero no podía, mordía con todas sus fuerzas concentrando todo el In que le quedaba en sus dientes pero aún era incapaz de dañar, aunque sea un poco, el miembro de Maki.

El pene de Maki parecía ser tan duro y grueso que, a duras penas, le podía hacer unos cuantos rasguños.

Sin querer, eso excitaba más a Maki. Y lo peor de todo, es que el cuerpo de Honoka la traicionaba también sintiéndose excitada.

A medida que más pasaba el tiempo, el cuerpo de Honoka se iba sometiendo a la voluntad de la pelirroja.

La boca de la castaña se hacía agua por seguir saboreando el enorme y firme miembro de Maki. De golpe, las insistentes mordidas se transformaron en caricias con la lengua.

Honoka volvía a perder su voluntad y se rendía ante sus instintos.

- Zorra buena para nada... A eso le llamas morder...-

Maki le sacó el pene de la boca y de un solo envión se lo regresó adentro de su vagina.

Honoka daría un suave gemido.

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora