Una Verdadera Espada II

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En el salón de espera de la enfermería, se encontraba Umi que estaba atenta a cuando la llamarán para poder entrar a ver a su compañera.

Pero ella no estaba sola.

- Sino fuera porque Madre nos obliga a cuidar de ti, ahora mismo estaríamos en casa... Que molestia!-

- Perdón por eso, Katara-oneesama...- (Umi respondía pero no hacía mucho caso, tenía la cabeza en otro lado).

- No importa cuanto te disculpes! Eso no soluciona nada!-

- Sí, no nos devuelve nuestro tiempo!-

También Kotomi y Kanae estaban ahí acompañando a la menor.

- Y qué esperas para comer lo que te trajimos?- (dijo Kanae).

- Enseguida voy, Kanae-oneesama... Es sólo que-

- Es sólo que nada! No perdí mí tiempo haci*Ejem* comprando está comida casera para ti! Sabes?!-

- Y en dónde venden algo así aquí en Uranohoshi?...- (se preguntaba Umi sin entender lo que realmente sucedía).

- No hagas preguntas tontas!- (Kanae tomó un poco de la comida y algo sonrojada)- Ahora di... Aaaahhh!-

Umi sólo abrió la boca y comió lo que su hermana le estaba dando.

- Y... Có-cómo esta?!-

- Está delicioso... Sí que cocinan bien...- (Umi saboreaba bastante entusiasmada).

- Qué alivio!...- (la aguda voz de las peligrises Minami salió de sus labios y sonrió feliz por unos segundos hasta notar que Umi la observaba)-... Bien por ti! Hump!-

Umi no entendía lo que sucedía.

- Yo te traje algo para tomar... Ten...- (Katara le daba una bebida energética que ya estaba abierta y tenía un sorbete)-... Bebe... Rápido que se me cansa el brazo!-

- Ya lo hago, Katara-oneesama...-

La peligris mayor de todas veía a Umi beber y quedaba maravillada con la forma de delicada que tenía su rostro al hacerlo, sobretodo como recogía el cabello con una mano a la hora de acercar sus labios.

- Gracias...-

- No me lo agradezcas... Sólo lo hago...po-por oooh!...-

- Katara-oneesama?-

Katara se quedó mirando la punta del sorbete que aún tenía algo de la saliva de Umi. Sin dudarlo, comenzó a beber de él.

- También debe de estar cansada...- (pensó la densa peliazul).

- Un beso.... Un beso indirecto de Umi-chan!... Jejeje!- (Katara no escondía su emoción ante la mirada de una confundida Umi).

Con la otras dos encantadas de atender a Umi, sentada cada una a los costados de la peliazul; la más pequeña de las hermanas mayores se sintió celosa y decidió sentarse en las piernas de Umi.

- Kotomi-oneesama?!-

- Debes de tener frío... Deja que te ayude con eso...- (sonrojada)- Pero no es que quiera hacerlo así, pero Madre me dijo que te cuidará... Así que no lo malinterpretes, entendido?-

- Pero...yo...-

-Tu qué?! Eh?!- (dijo Kotomi de forma agresiva).

- No, nada...-

- No te quejes, sí?!- (Kotomi se abrazó a Umi y sonreía al poner su rostro sobre el hombro de la peliazul, apoyando todo su cuerpo contra Umi).

- No hace frío aquí adentro...- (pensó Umi que no atrapaba nunca ninguna de las insinuaciones de sus hermanas mayores).

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora