La Bendición de una Diosa

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Finalmente Yoshiko y Nico llegaron con Shizuku.

- Shizuku-chan! Cómo te sientes? Dime algo!- (Nico se bajó de los brazos de Yoshiko y corrió a donde estaba tirada la castaña).

- N-Ni-Nico...ch-chan?-

- Shizuku-chan! Cómo estás?-

Mientras la pelinegra zamarreaba de un lado a otro a su castaña, la datenshi utilizó sus sentidos para ver dentro del cuerpo de Shizuku. Pudo ver la esfera de energía azul que estaba incrustada en su columna.

- A tu novia le está pasando algo similar a lo que te ocurrió a ti pero más grave...-

- Grave?! Qué tan grave?!- (Nico, desesperada, tomó del cuello a Yoshiko).

- Tienek akgu atofado en shu espafda!- (hablaba como podía).

- En su espalda?...-

- No pu-puedo s-sentir las pi-piernas...-

- No! Shizuku-chan!- (la pelinegra comenzaba llorar).

- No la muevas tanto, Nico!-

- Pero Yoshiko-chan! Yo-

- Déjamelo a mí! Puedo ayudarla!-

- De verdad, Yoshiko-chan?-

- Sí, sí puedo...- (mirando directamente a la pelinegra)- Y es Yohane!-

- Gracias, Yoshiko-chan!-

Shizuku estaba muy adolorida con la espalda prácticamente partida en dos, había perdido muchos de sus dientes y con todas sus costillas rotas por las patadas que Ryomu se había cansado de darle en el pecho.

Pero aún así, había una cosa que le molestaba más que nada.

- ...-chan? Yoshiko-chan?...- (era lo único que resonaba en su cabeza).

Nico se veía feliz al nombrar así a la datenshi. A Yoshiko no le importaba en lo más mínimo.

Yoshiko se acercó a Shizuku.

- Voy a extraer la energía que está en tu espalda...- (Yoshiko sintió la mano de Nico en su hombro).

- Lo-Lo vas a-a hacer como lo hiciste...- (poniendo un par de sus dedos sobre sus labios)-... conmigo...- (se sonrojaba la pelinegra y, por detrás, la datenshi).

- N-No! No!- (tratando de calmarse un poco)- No puedo moverla, así que será a través de su herida-

- Su herida?- (preguntó Nico).

Yoshiko le levantó su ropa para  dejar expuesto el lugar por donde Ryomu le había aplicado su técnica.

- Oh, no! Shizuku-chan!-

- Qué-Qué pasa? Ni-Nico-chan?-

- Se ve feo...- (dijo Yoshiko).

En su espalda, muy cerca de su cadera, había una especie de agujero de unos 2 cm de diámetro recubiertos por marcas azules como si su piel se estuviera desquebrajando. Un brillo azul salía del interior de su herida junto a pequeños destellos verdes.

- Oye, tú!-  (exclamó la datenshi).

- No le hables así a Shizuku-chan!-

- Q-Qué?!- (respondió la castaña).

- Esto tal vez duela un poco... Resiste...-

- E-Está bien...-

- Qué vas a hacer?-

Yoshiko no respondió nada y, colocando su boca cerca de la herida, comenzó a absorber la esfera de energía azul y verde.

El aura de aquellas dos Espadas entraba a través de la boca de Yoshiko en forma de unas hélices, como las del ADN, mientras las marcas azules de la espalda de Shizuku iban desapareciendo.

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasWhere stories live. Discover now