Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones Verdaderas

El amor de una Espada y la codicia de una Rosa

Llegando al hotel O'hara, Sachiko dió grandes saltos para escalar el edificio apoyándose en los balcones. Con un último esfuerzo, logró alcanzar la terraza. En ese lugar, esperaba la Nico original, la Rosa Destructora.

- Oh... Hasta que las trajiste, cariño...- (Nico no perdía su sonrisa a pesar de ver el estado de la pequeña pelirroja).

- Disculpe la tardanza, Nico-sama! Hubo muchos inconvenientes en el camino para traerlas! Perdone mi falta de fuerza, Nico-sama!-

Nico estaba conmovida de ver a su linda y jovencita Espada disculparse mientras aceptaba su culpa. Se acercó para tomarla del mentón y levantar el rostro de Sachiko.

Pudo ver con algo de horror, no mucho, como su ojo derecho se había quemado totalmente. Algunas partes de su cara, cuello, brazos y piernas estaban iguales o peor. Sino fuera por su ropa diseñada por los laboratorios Nishikino especialmente para resistir los elementos, hubiera terminado peor.

- Mi pequeña Sachan... Lo diste todo y cumpliste con tu misión- (acercándose a los labios de la pequeña pelirroja)- Estoy más que satisfecha, mi amor...-

Nico la besó en los labios, de forma dulce y cariñosa.

El Yū de Nico fluyó con tanta facilidad que, las heridas de su piel, sanaron casi por completo.

Su ojo se había compuesto un poco pero aún estaba dañado.

Nico no la curó totalmente a propósito, tenía algo planeado para más tarde en la noche.

Tras darle su amor a su fiel sirvienta, su mirada cambio a un tono agresivo y prejuicioso.

- Uds dos... Maki-chan y Honoka-chan... En qué diablos estaban pensando?! Me lo podrían explicar!- (sus hijas se asustaron por el tono de su voz).

- Lamento haber causado tantos problemas, Mamá Nico!- (Honoka se arrodillaba frente a la Nico mayor)- Pero Maki-chan interfirió en mis asuntos con Nico-chan!- (así fue que la pequeña tregua entre ellas terminó).

- Tu, maldita gorda cualquiera! No tienes ningún derecho a tocar a mi Nico-chan! Sólo yo puedo hacerla feliz!- (Maki, que estaba de pie, le dió un golpe en la cabeza con su puño).

- Tu sólo le haces daño a Nico-chan! No la mereces! Y no estoy gorda!-

- Y acaso tú sí te la mereces?! Ya te dije que sólo eres un reemplazo! Y aún así, no eres capaz de igualarme siquiera!-

- Yo no soy como tú! Tonta Maki-chan!-

- Es mi Nico-chan!-

- No, es mía!-

Mientras las dos hermanas discutían, Nico dió un gran pisotón contra el piso y las dos se callaron.

- Madre Nico! Lo sentimos!-

- Sí, Mamá Nico! No quisimos molestarte!-

La pelinegra mayor se acercó y las tomó a ambas del cuello, a Maki de su vestido blanco y a Honoka directamente de su pescuezo. A pesar de la hermosa sonrisa de la Nico Rosa, que le encantaba a Sachiko, claramente se la veía furiosa.

- Hay dos cosas que no entiendo... De todos los momentos que han elegido para discutir y limar sus diferencias... Tenía que ser un día antes del Desafío Final de Nico-chan?!-

- Maji-shan emjpejó...- (hablaba Honoka como podía).

- No es cierto!-

- Sho fui a cugarh lash heridash de Nijo-shan!-

Maki la miraba enojada a Honoka que, de a poco, su cara se ponía azul.

- Nico-chan es muy importante para uds dos, verdad?- (interrumpió la Madre de ambas).