Una Verdadera Espada

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Finalmente se había terminado el primer día, ya estaban decididas las 8 parejas clasificadas a la 2da ronda del Torneo de Iniciación.

Se hizo un pequeño acto de cierre y el evento finalizó por ese día.

Ya en la noche, Kanan se había ido comprarle unos cuántos bocadillos a Yoshiko, que se encontraba en recuperación dentro de la enfermería de Uranohoshi.

Tuvo que volver a su departamento para buscarle ropa nueva y sus consolas portátiles para que tuviera con que entretenerse.

De ahí partió a la tienda de conveniencia más cercana a su hogar.

Mientras terminaba de hacer sus compras, vio a una mujer peligris entrar desesperada.

- Todavía está abierto?- (dijo con su linda voz aguda).

- No se preocupe, sra... Nosotras estamos abiertos las 24hs-

- Se-señora! *risa nerviosa* Gra-Gracias...- (Kotori estaba más tranquila pero)- Ahora sólo me siento aún más vieja! Ueeeeh!- (la "señora" peligris lloraba por dentro).

A la peliazul le llamó un poco la atención, la desesperación de la mujer pero no le dio mucha importancia.

Justo cuando iba a llegar al mostrador para pagar, la peligris vendría con un carrito de compras lleno de cosas. Casi atropellando a la peliazul.

- Lo siento! Perdón! Tu estabas primera, verdad?!- (Kotori miraba dando lástima a Kanan).

- No... Esta bien puede pasar ud primero...-

- Gracias! Muchas gracias!-

Kotori le sonrió a Kanan quien no le dió casi ninguna importancia.

La peligris comenzó a vaciar todas sus compras sobre el mostrador a gran velocidad.

Llevaba de todo, desde golosinas hasta medicamentos, pero en cantidades absurdas.

Kanan se quedó viendo una cuantas revistas en la sección para adultas buscando diferentes tipos de ofertas de Rosas malditas y trabajos especiales para Espadas mientras la mujer terminaba de pagar.

Una vez terminó su transacción, cargó todas sus bolsas y salió corriendo de regreso a su automóvil.

Kanan finalmente pudo pagar las cosas que llevaba y se dispuso a regresar a Uranohoshi.

Al salir de la tienda, sintió un barullo que provenía del estacionamiento.

- Por qué se tuvieron que romper las bolsas?!- (se lamentaba la señora).

- Qué escandalosa que es!- (decía la peliazul molesta por la actitud de la peligris).

Kotori se hacía un lío ella sola sólo por estar desesperada por regresar con su hija menor, la pequeña Umi, como le suele decir con cariño.

Pero todavía tenía que ir hasta su hogar para dejar el vestido de su último encargo, cocinarle al resto de sus hijas y volver con la peliazul Minami.

Kanan se estaba por retirar cuando volvió a sentir otro ruidoso estruendo de cosas cayéndose.

- Por qué no se quedan en su lugar?!-

Kanan se hartó de escuchar sus lamentos y se acercó a ella.

- Si no se tranquiliza... No va a salir nunca de aquí!...- (Kanan trataba de contener su furia).

- Ho-hola... Tu la chica de antes... Qué es lo q-

- Voy a ayudarla con sus cosas...-

- De verdad? Gracias!-

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasWhere stories live. Discover now