El amor de una Espada y la codicia de una Rosa VI

86 11 2
                                    

[ A la mañana siguiente ]

Nico se despertaba escuchando el ruido de la cocina donde Yoshiko estaba preparando el desayuno. La pelinegra estaba entre los brazos de Umi que parecía estar conteniendo a su prima.

La peliazul Minami se la veía con una sonrisa satisfecha, Nico se acercó para acariciar su cabeza con la mejilla de Umi. La pelinegra pudo sentir como la vagina de su prima estaba húmeda y cubierta de esperma.

- Ya veo porque estás tan feliz...- (dijo Nico).

El aroma de lo sucedido anoche aún se sentía en la habitación, esa dulce esencia ponía cariñosa a la pelinegra.

- Tengo que irme de aquí... Tengo que regresar con...- (quería levantarse pero su cuerpo no respondía)- Yo no puedo... Yo no quiero...-

Umi se despertó al sentir los intentos de Nico de zafarse de sus brazos.

- Ya estás despierta, Nico... Cómo estás?-

- Y tú cómo creés que estoy?-

- Adolorida? *Bostezo* Satisfecha?- (Umi le daba un beso en la mejilla)- Al menos espero... que ya no estés enojada...-

Nico se sentaba sobre la cama y se veía la entrepierna. La sentía algo incómoda y con un extraño pero agradable cosquilleo.

Al verse húmeda, recuerda que la datenshi la penetró en medio de la noche. También recuerda que no se resistió en lo más mínimo, sino que la recibió con cierta alegría.

Lo hicieron tres veces más después de aquella vez. En la última follada, era la pelinegra quien estaba montada encima de Yoshiko, moviendo sus caderas y lamiendo los restos de la corrida de la datenshi que estaban sobre su rostro y sobre el cuerpo de la datenshi.

Nico siente vergüenza por como se esta comportando.

Shizuku está sufriendo mucho por su falta de autoestima y si llega a enterarse de que la estuvo engañando con la datenshi, no quiere imaginarse lo que podría suceder.

- Por qué tiene tanto poder sobre mí?-

- Como dije anoche, eres muy parecida a mí, Nico...- (le remarcaba Umi).

- Qué quieres decir con eso?- (la pelinegra lo decía molesta).

- Somos sumisas, Nico... Nacimos para ser subordinadas...- (Umi se arreglaba un poco el cabello).

- Eso crees?!-

- Sí, estoy muy segura!-

Nico y Umi se quedaron mirándose por unos cuantos segundos hasta que:

- Muy bien, little demons! Esta listo el desayuno!- (acercándose a Nico).

- Oye! Qué hacés?-

- Te llevó a desayunar! Ku-ku-ku-ku!- (con pose de datenshi).

Yoshiko la tomó en brazos y la cargo como a una princesa. Umi la miraba bastante envidiosa.

- No se supone que yo soy tu novia?- (usando un tono enojado).

- Eres mi novia, Umi... Eres mi linda, sexy y fuerte novia!-

- Lo dices en serio? Soy linda?- (su molestia cambió a un tono dulce de voz).

- Y fuerte sobretodo!- (acercándose al oído de la peliazul Minami, con su voz grave)- Y sexy, sin dudas...- (le daba un beso en la mejilla).

- Va-vamos a de-desayunar!- (Umi se fue roja hasta la mesa, moviéndose a gran velocidad).

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora