Torneo de Iniciación 2do día III

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Nico estaba preocupada por su amada castaña. Aún recuerda sus lágrimas de anoche. Su familia la había humillado demasiado.

Nico sabía que ese era un posible resultado de que su querida novia conociera a su familia. Lo esperaba de su madre Maki y del resto de sus hermanas Espadas. Después de todo, fueron criadas así. Y también sabía que ella no era muy diferente, trataba de reprimir esa parte de sí misma que lleva en la sangre.

Para ser poderosas y obligar a todas a servir bajo sus pies; o para ser las fieles sirvientas de alguien más fuerte que ellas.

Cualquiera de los dos destinos es aceptable, siempre y cuando, vivan para ser líderes o para servir como subordinadas, todo en relación al poder de ser una Verdadera Espada.

Su Madre Nico trató de reconfortarla un poco recordándole a su amada hija Kyō:

- Mi amor, este es el camino que tú y tu amada deben de recorrer... Y este es el riesgo siempre va a estar presente, si siguen este camino... No todo va ha ser color de rosa y lleno de amor...-(le dió un beso en la frente)-... Lo que hice hoy, es por el bien de ambas y espero que algún día puedan entenderlo...- (acariciando la mejilla de la más pequeña)- Ve con ella, Nico-chan...-

Nico fue a abrazar a Shizuku en medio de las burlas del resto. Honoka, la menor, también se acercó a ver a la castaña.

Shizuku se fue de la reunión unos minutos después, sin decirle nada a Nico. Desde ese momento, que no se han vuelto a ver.

Por más que la pelinegra pudiera encontrarla con su unión como Inrias, quiso darle un tiempo a solas.

Así fue hasta que se acercaba el desafío del 2do día, donde la pelinegra supo que tendría como rival a Umi.

Desde esta mañana, por alguna razón que no entiende, su conexión se hizo más débil y le cuesta sentir la presencia de su amada. Eso le causaba desesperación.

El desafío comenzó y ahora se estaba dirigiendo a donde se encuentra la débil señal de Shizuku.

- Shizuku-chan... A pesar de sus métodos, entiendo lo que mi Madre Nico trató de enseñarnos...  Confío en que puedas entenderlo- (suspiraba la pelinegra preocupada, tratando de mantenerse enfocada en el Torneo).

En medio del camino, se encontraría con una chica que iba saltando de árbol en árbol vestida de forma muy extraña. Pero eso la hacía fácil de reconocer, era su objetivo.

Tsushima Yoshiko, la compañera de su prima, Sonoda Kyō-Umi.

Al ver que tenía un rosa negra colgando de su pecho decidió atacarla.

Nico se preparó para hacerlo por la espalda. Se colocó detrás de ella y dió un salto para interceptarla en el aire.

- Nico-kick!- (gritó la pelinegra).

Yoshiko se había percatado de su presencia, se giró para verla y sólo se agachó para esquivar la patada que iba directo a su espalda, pero terminó poniendo su cabeza entre las piernas de Nico. De ese modo, cayeron las dos al suelo, con la pelinegra dando un grito.

Ya en el piso, Nico recuperaba un poco el sentido y miró para todas partes buscando a la peliazul. Hasta que le prestó atención a lo que había entre sus piernas. Mejor dicho a la chica peliazul que tenía la boca en su vagina.

- Qué haces, pervertida?!- (se salió rápidamente de encima de Yoshiko).

- Eso sonó muy parecido a como lo diría Umi... Jejeje!- (Yoshiko sonreía sonrojada y con cara de tonta satisfecha mientras estaba relamiéndose la esencia de la pelinegra que quedó en su boca).

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasWhere stories live. Discover now