Revelación, Asimilación y Reconciliación II

65 6 5
                                    

[ En una sección de la enfermería ]

Una enfermera terminaba de atender las heridas de Nico mientras Honoka esperaba sentada a un lado a que acabará con su trabajo.

- Es todo lo que puedo hacer pero esa herida en su pecho... Sino la llevamos a un quirófano, no puedo hacer más nada... A no ser que una Rosa venga a...-

- Para eso... estoy aquí...- (decía Honoka por lo bajo).

- Pero... Yazawa-san...- (la enfermera se veía bastante extrañada)- ... Uds dos son hermanas y...- (la enfermera se asustaría al ver tanto la mirada sombría como el espíritu amenazante de Honoka).

- Y qué... Tiene algún problema con eso?-

- No, no, no! Será mejor que las dejé solas! Je-jeje!-

- Fuera de aquí...-

La enfermera se fue lo más rápido que pudo. Honoka puede ser una joven tierna y alegre pero también es la hija de la Diosa de la Destrucción y eso es capaz de hacerlo notar.

Honoka se acercó al cuerpo vendado de Nico. La pelinegra tenía dificultades para respirar y su cuerpo temblaba, de vez en cuando, con pequeños espasmos de dolor.

La castaña pelinaranja acariciaba el cabello de su hermana mayor, sentía mucha vergüenza y culpa de lo que estaba por hacer. No poder expresar su amor por Nico como corresponde, sólo por no tener el valor necesario. En cierta forma, envidiaba la pervertida forma de actuar de su hermana mayor Maki.

- Sé que... No es la mejor manera... Pero debo de hacerlo para que puedas...- (sus lágrimas caían de sus ojos)- ... Para que puedas dejar de sufrir...- (secando las lágrimas de sus ojos)- ... Tengo que apresurarme antes de que llegue Maki-chan...-

Honoka comenzó a sacarse la parte superior de su ropa exponiendo sus pechos mientras se ponía sobre la pelinegra, arrodillandose cerca de sus pies para poder acostarse sobre ella, con su cara cerca de la entrepierna de Nico.

Empezó a meter sus manos debajo de la falda de la pelinegra para bajarle un poco la ropa interior. Acercó su boca a donde se encontraba el clitoris de Nico.

- Cómo es que lo hace Maki-chan?... Creo que es...así...-

Sacó su lengua un poco y se acercó lentamente hasta que  tocó la punta de la intimidad de Nico.

Honoka sentía la anticipación nacer desde su pecho, su respiración se hacía pesada y pareciera que su aliento se atoraba en su garganta. Pero comenzaba a sentir que se le hacía agua la boca y también su vagina comenzaba a humedecerse.

Honoka se estaba excitando con tan solo un pequeño contacto con Nico.

- Al fin y al cabo, soy igual que Maki-chan... Igual de puta...- (se reía como dándose por vencida y una gota caía de sus ojos).

Honoka abrió bien la boca y se dedicó a chupar el clitoris de Nico tratando de provocar al cuerpo de la pelinegra para que el clitoris de Nico se convierta en el pene de la pelinegra, la reacción común de las Espadas.

- Maji-shan *lamida* loj hashe vel tam fashil...*chupada*-

Honoka trataba de superar su miedo que seguía ahí presente. Quería hacerlo para poder determinar la verdadera forma de su amor. Todo reflejado en los latidos acelerados de su corazón y su agitada respiración mezclados con su sentimientos de culpa y las sensaciones electrizantes de placer.

Honoka había visto muchas veces a Nico y Maki tener sexo. Solía escuchar como Maki repetía lo mucho que amaba a Nico, mientras los gestos de sus rostros reflejaban la satisfacción sexual en su máximo esplendor.

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum