Unidas por hilos rojos V

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Así pasaron casi toda la noche, sumergidas en el sexo y la locura del amor innato que sentían la una por la otra.

Estuvieron teniendo relaciones sexuales toda la noche hasta casi el mediodía del día siguiente, donde lo único que hicieron fue cogerse la vagina de Maki. No lo hicieron por ninguna otra parte, simplemente por pura inocencia y desconocimiento del tema.

Estaba de más decir que la vagina de Maki estaba toda abierta, algo irritada y cubierta de blanco. El vientre de la pelirroja se notaba hinchado debido a las múltiples corridas que recibió por parte de Nico. Ya para el final, cada vez que la pelinegra la embestía por ahí, sólo se derramaba todo su semen hacía afuera.

Pudieron resistir tanto tiempo debido a que Maki tiene una gran concentración de Yū en su interior. Nico lo absorbía y conseguía recuperar sus fuerzas para poder continuar.

Lo único que las detuvo al final fue el hecho de que Nico terminó por deshidratarse y cayó desmayada.

- Ni-Nico-chan?... Nico-chan!... Vamos!- (con su cara cubierta de semen)- Más! Quiero más! Nico-chan, despierta!-

Maki, consumida por el placer, sólo agitaba el cuerpo de Nico queriendo despertarla para continuar pero la pelinegra estaba totalmente inconsciente.

Maki sólo daba pequeños saltos sobre las caderas de Nico mientras el pene de la pelinegra se desinflaba de a poco.

La puerta se abrió y era la Nico mayor. Con una sonrisa se acercó a donde estaban sus dos hijas.

Maki excitada y también sonriente, le diría a su Madre:

- Mamá! Nico-chan no quiere seguir dándome más de su leche! Dile que me siga dando! Neh! Neh, Nico-chan!- (Maki Rosa sintió las caricias de su Madre Nico en su cabeza).

- Ya es suficiente, cariño...- (la Nico Rosa veía su pequeña hija, la Nico Espada, como temblaba en la cama)- Ella ya no puede continuar... Deja que yo me encargué de ella, sí?-

- No!- (Maki se tiraba encima de Nico)- Ella es mía!- (girándose para ver con amor a su pelinegra)- Mi Nico-chan!-

- *suspiro* Bueno, no me dejas otra opción, cariño...- (Maki vió como las manos de su Madre se acercaban a su cara).

- Madre Nico... Ma...Ma...-

Nico puso sus dedos en la frente de su hija pelirroja con su Yū concentrado y así fue como Maki también cayó desmayada encima de su hija pelinegra.

La Rosa Destructora sólo observó esa escena y le dió un poco de ternura.

- Se parecen tanto a nosotras...- (esa mirada tierna se convirtió en una de pura maldad)- ... El amor de Maki-chan y el mío llegó hasta ustedes, no es así?- (trss un momento en silencio, se reía de ese pensamiento mientras se tocaba el pecho)- No! Claro que no es así!... Es por ti y nuestro sueño, mi amor!- (el recuerdo de su primer amor venía a ella).... Yo voy a cumplir con nuestra promesa, Ka-

- Madre... Qué sucede?-

- Ya tengo hambre, Mamá! Mou!-

- Sí, yo también! Nico-chan!- (Honoka acompañada de sus dos hijas, venían a quejarse porque ya era la hora del almuerzo y no había nada en la mesa).

- Quién les dió permiso de entrar aquí?!- (se mostraba bastante furiosa la Rosa pelinegra)- Estoy ocupada ahora!-

- Pero Nico-chan!- (Honoka, la Espada, sintió el fuerte olor de los fluidos de ambas menores)- Oh! Pero que es est-

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora