Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones Verdaderas

Unidas por hilos rojos IV

[ Hace un mes, un día antes de Navidad ]

Nico, la menor, estaba en su habitación y ya había salido de bañarse. Estaba frente a su espejo arreglándose un poco mientras se secaba el cabello. Estaba preocupada por su Madre Maki que había partido a su misión.

En ese momento de relajación, sintió como unos brazos envolvían su cintura. Una cabellera roja se asomaba por su espalda.

- Ya terminaste de bañarte, Nico-chan?...- (la pelirroja frotaba el cabello de la pelinegra con su cara mientras olía su aroma).

- No estoy de humor para que vengas a molestarme ahora, Maki-oneesama-

- No seas tan distante conmigo, Nico-chan...- (las manos de la pelirroja acariciaban el vientre de la pelinegra)- ... Estás un poco celosa, no es así?- (se reía con algo de malicia).

- Ese olor que traes por encima es muy desagradable pero...*respirando profundo* Ya estoy acostumbrada, Maki-oneesama-

- En serio?... Te acostumbraste muy fácilmente... No me lo esperaba...- (Maki se veía tranquila pero también estaba bastante alterada de ver la distancia que la pelinegra ponía entre ellas).

Nico no soporta sentir el aroma de otras Espadas provenir del cuerpo de su hermana mayor pelirroja.

Sentir su esencia mezclada con las feromonas que salen de su entrepierna que se confundían con los aromas de una Espada que ella no conoce, hacen que sus sensaciones de asco y de furia invadan su ser.

- Qué pasa, Nico-chan?... Se te nota nerviosa...-

Maki comenzaba a verse atractiva para llamar la atención de Nico. La pelinegra se enfocaba en los ojos violetas y en los labios de un rosa delicado de la pelirroja.

Pero nuevamente el olor de esa Espada que había marcado a la pelirroja la sacaban de ese dulce estado.

El sólo imaginar a esos finos y delicados labios alrededor del pene de una cualquiera, no sólo la hacen arder en su ira también le rompen el corazón.

Maki podía notar el malestar de su hermana menor y eso solo la excitaba aún más.

- Si te molesta tanto, Nico-chan... Por qué no...- (Maki estaba muy cerca de besar a Nico).

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[ La Infancia de Maki ]

Maki siempre sintió esa atracción por Nico, su hermana menor. Pero al principio ella no la veía de esa manera.

Originalmente, cuando eran más jóvenes, Maki era una buena y dulce hermana mayor. Siempre pendiente de ver por todas sus hermanas menores.

Amable, dulce, cariñosa y atenta. La inocencia de una niña que siempre tuvo de todo y que nunca conoció lo que era la necesidad.

Aún así, sólo demostraba su amor por su familia.

Junto a Honoka, la otra Rosa de la familia, cuidaban de todas sus hermanas.

La pelinaranja tampoco se quedaba atrás y también era muy atenta.

- Vamos, Fuyu-chan!- (cargaba a su hermana menor)- No te comas eso, Natsu-chan! Encargate de Yuki-chan, Maki-chan!-

- Ya voy, Honoka! Estoy dándole de comer a Nico-chan!- (viendo con amor a su pelinegra)- Ven, vamos a comer!- (la tomaba de la mano).

Al principio, trataba a todas sus hermanas por igual pero con el tiempo su cariño y amor se fue decantando por la menor pelinegra.