Revelaciones, Asimilación y Reconciliación III

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Ryofu se encontraba tirada en el suelo, ya sin fuerzas y ni poder para seguir resistiendo.

En medio del sonido de dos cuerpos moviéndose al ritmo del deseo sexual y de gemidos agudos, todos estos provenientes de la maid que sólo podía repetir con un dulce tono de voz.

- Sí, Kanan-sama! Más! Más, Kanan-sama!-

[ Hace un par de horas ]

Ryofu había tratado de atacar a Kanan utilizando sus puños pero, para sorpresa de la peliverde, fue como golpear un muro hecho de acero sólido.

- Cualquiera que intenté asesinar a mi Yoshiko-chan... No merece seguir respirando...-

- Yoshiko-chan? *sonrisa sexy* Así que tu eres la Onee-chan de la que hablaba...- (Ryofu se alejaba del alcance Kanan, poco a poco)- Ahora puedo ver que es como ella decía... Se nota tu gran poder...*risa maliciosa*-

- Quieres que esas sean tus últimas palabras... A mí me da lo mismo- (Kanan se mostraba bastante seria y aterradora).

- Oh, vamos... No tienes que ser tan rígida! Podemos hablar en confianza y con tranquilidad...- (Ryofu se llevaba un dedo a su boca)- ... O quizás, quieras que seamos un poco más cercanas...-

- Esa es tu forma de lidiar con estas situaciones... Actuando como una zorra... No sé si lo haces porque era muy astuta o simplemente eres una puta glorificada-

- Así que dices...- (acercando sus pechos contra los pechos de Kanan)- ... Que mis encantos no son suficientes...-

Apenas Kanan bajó a mirada hacia los pechos de Ryofu, Ryomu dió un salto y colocó sus piernas alrededor del cuello de la peliazul mayor.

- Ahora sí... Sólo muérete, maldi-

- Ryomu!-

- Eso fue patético...-

Cuando la maid pensó en romperle el cuello a Kanan, la peliazul mayor le dió una patada en la cara a Ryomu utilizando tanto su elasticidad como el largo de sus piernas.

La maid se dobló por completo, sin soltar sus piernas del cuello de Kanan, estrellando su cabeza  contra el trasero de la peliazul azul mayor.

Kanan se liberó de la llave con las piernas de la maid, sacándosela de encima como si fuera una bufanda. Para terminar con ella, la agarró de una pierna y la azotó contra el piso dejándola fuera de combate de manera instantánea.

Después lanzó el cuerpo de Ryomu hacían costado como si fuera un trapo sucio.

- Bien... Supongo que no funcionó... Creo que tengo que pensar en un mej-

- Ya cállate...-

Kanan interrumpió el monólogo de la peliverde dándole una patada en el estómago que Ryofu ni siquiera vio venir.

La peliverde se quedó sin aire y se le bajó la presión. Vio como sus piernas se humedecia con su propia orina. El golpe le aflojó todo el vientre.

- Ya que te gusta actuar como una zorra cualquiera... Supongo que tengo que castigarte como a una...-

La peliverde sintió como Kanan la tomaba del cabello y la levantaba hasta quedar con sus pies colgando en el aire. Le daría varios puñetazos en el vientre hasta dejarla hecha trizas.

Después la arrojó a un costado, quedando tirada sobre la base de un árbol sin fuerza para moverse.

- Empezaré con ella... Supongo que al menos obtendré algo de ud dos...-

Kanan tomó de un pie a la maid y se sentó debajo de otro árbol justo enfrente de una inmóvil Ryofu.

La peliazul mayor agarró el cuerpo de Ryomu y la abrió de piernas, fue directamente a sus bragas y se las arrancó de un solo tirón como si fuera una servilleta. Esa acción despertó a la maid que trató de resistirse.

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora