El amor de una Espada y la codicia de una Rosa IV

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Kyō-Nico también estaba siendo bañada por la luz de la luna mientras descansaba en el pecho de Yoshiko junto a Umi en el otro extremo.

Ambas habían tenido relaciones sexuales con la datenshi pero Umi era la que menos recibió esa noche, simplemente porque ya había recibido su "parte" según la datenshi, pero aún así dormía con una sonrisa en su rostro.

Nico sentía los fluidos de ambas peliazules secándose en su piel. Yoshiko era cálida y, para no sentir el frío, es que Nico se acomodaba a su lado.

- Sigues despierta, Nico?...-

- Estoy despierta...- (respondía fríamente).

- Sigues enojada?-

- Y tú qué crees, Umi?- (desviaba la mirada)- Si me ibas a salvar para que tu novia me violará, para eso dejabas que me aplastara esa pared!-

- Yo lo hice porque te amo, Nico...- (la pelinegra se sonrojaba un poco pero no perdía su enojo)-... Lamento que Yohane se haya aprovechado de tí... Pero no había mucho que pudiera hacer- (bajando su cabeza)-... Soy su esclava...- (parecía triste).

- Umi... Yo- (bajaba la cabeza).

- Y eso es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida!- (sonreía mientras sus espinas plateadas brillaban).

- Devuélveme mi preocupación, zorra!- (Nico se ponía furiosa).

- Yohane es así... Pero no es una mala chica...-

- Como que no es mala? No viste lo que me acaba de hacer!... Me acaba de violar!- (se enfurecía de golpe)- Y no sólo fue ella, tu también fuiste parte de todo esto!-

- Ya te dije que lo siento...-

- Pero eso no es suficiente! Con lamentarlo no basta para deshacer lo q-

Yoshiko se giró y, dormida, besó a Nico.

- Ya suel*beso*tame!-

Nico trató de resistirse pero era sometida por la tenacidad de la datenshi. La pelinegra se dió por vencida pero no se quedó sin hacer nada, sino que comenzó a excitarse otra vez y correspondió el beso del Ángel Caído.

- Te estas quejando en vano si te vas a rendir tan fácil, Nico!- (reclamaba Umi)- Yohane sólo te dió lo que tú estabas pidiendo a gritos!-

- Acaso yo*beso*pedí que abu*beso*abusaran de mímh*beso*!- (hablaba como podía tratando de sacarse a la datenshi de encima, pero sin hacer mucho esfuerzo tampoco).

- No... Sólo te sentías sola y querías que alguien te diera su cariño...-

- Dices que yo lo quise? Que ella me viol-

- Querías que alguien te hiciera el amor! Que te amará sin restricciones! Que te tomará como su mujer!-

- Yo... Yo no...- (Nico no sabía que responder).

- Sí, sí lo es!... Si no lo necesitarás, Yohane no lo hubiera hecho... Y tú...- (mirándola a los ojos)-... No te hubieras entregado a ella está noche!-

Umi le señaló la marca de Sigrun Kara que Yohane había dejado en su hombro.

En medio de la cogida que Yoshiko le dió a Nico, ella le rogó que la marcará. Cuando Yoshiko la mordió, sin dudarlo un instante, ella sonreía alegremente.

- Tu misma lo dijiste!- (imitando a Nico)- "Hazme tuya, Yoshiko-chan!"-

- Yo no sé... Por qué lo dije... Sólo sentía que debía hacerlo...-

- Después tu y Yohane cogieron como si fueran amantes...- (cruzándose de brazos)-... Y me dejaron de lado...-

- Umi... Yo lo siento... Yo- (ahora era la pelinegra disculpándose con la peliazul).

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora