Unidas por hilos rojos III

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Tras enterarse de los resultados, Shizuku trató de perseguir a Sachiko, que salió corriendo mientras lloraba.

Era muy rápida y Shizuku sólo podía ver su espalda alejarse a la distancia.

En Seiran, cuando otras Espadas venían a agredirlas y humillarlas, ambas salían huyendo juntas, siendo la castaña la más lenta. Sachiko era muy veloz para huir.

Cuando parecía que Sachiko la iba a dejar atrás, ésta se giraba de repente y la miraba algo asustada pero preocupada por ella:

- Vamos, rápido! Vamos, Shizuku-san!- (la peligris la tomaba de la mano y la ayudaba a seguirle el ritmo).

- Gracias, Sachiko-san!-

- Cuando estemos seguras, me lo agradeces!- (decía la peligris llorando del miedo).

Muchas veces lograban huir y otras no tenían tanta suerte. Pero una cosa nunca era diferente:

Sachiko siempre se daba la vuelta para regresar por Shizuku.

Siempre, excepto ese día.

- Sachiko-san! Por favor, espera!-

Sachiko nunca se giró y lo único que pudo hacer la castaña fue ver como la espalda de la peligris se alejaba hasta desaparecer fuera de su alcance.

Shizuku se rindió, cayendo de rodillas para también llorar.

- Lo siento, Sachiko-san... Lo siento mucho!- (Shizuku se quedaría llorando en el suelo hasta que su madre la alcanzó para consolar a la castaña).

Shizuku sintió una gran culpa apoderarse de ella. La última vez que sintió algo igual, fue el día que perdió a su Madre Espada.

Shizuku era la única que lloraba de todas las felices elegidas.

La castaña regresaría un par de días estuvo a Seiran para terminar sus trámites para su transferencia a Nijigasaki. Durante todo ese tiempo buscó a su amiga pero no pudo hallarla de todos modos.

Sachiko no asistió a clases por casi un mes, pero a nadie le importaba su ausencia.

Finalmente se fue de Seiran sin poder despedirse ni pedirle perdón a su única amiga en ese terrible lugar.

Lo único que la castaña sabía hacer en esos días era llorar por su falta de fuerza y por considerarse una traidora.

No podía ser fuerte y mucho menos cruel.

Todavía no podía aceptar su destino como una Espada.

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[ Un par de semanas más tarde ]

En sus primeras semanas en Nijigasaki, no podía salir del sector de Espadas hasta que pasará las pruebas de comportamiento que solían hacerse en la Preparatoria.

Debía demostrar que era capaz de relacionarse de manera correcta y no sucumbir ante sus instintos.

Las Espadas suelen ser bastante atrevidas cuando se ven rodeadas de Rosas. Aunque pasarse de lista con una le puede costar su vida, se dejan llevar por su deseo de poseerlas y comúnmente termina mal.

Por eso se realiza una prueba a las Espadas candidatas para que puedan demostrar su capacidad de autocontrol.

Desde clases de etiqueta hasta clases de obediencia, se ven obligadas a superar todas las pruebas que se ponen enfrente de ellas. Aunque para muchas Espadas eran bastante exigentes con ellas, no fue así con la castaña.

Rosas y Espadas II: Sentimientos y Emociones VerdaderasWhere stories live. Discover now