Capitulo VI: Destin A Trois

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El nebuloso pasado de Colleen por fin comenzaba a dar su cara a la luz, pero aún ocultaba la mayoría de su cuerpo lejos de la claridad, y Allyson no tardó en notar los espacios faltantes.

—¿Papá te fue infiel? —preguntó.

—Tan infiel que bien Garth Brooks pudo haber compuesto una canción sobre él.

La hija no respondió: se limitó a mirar fijamente a su madre tras aquel comentario.

—¡Vamos! —Colleen exclamó de súbito a todo pulmón —. ¡Los años 90 no fueron hace tanto! ¿De verdad no entiendes esa referencia? ¡Fue un gran cantante de country! ¡Fue hace sólo doce años atrás!

—Con la Internet no recuerdo ni lo que pasó hace doce minutos.

—Va...gracias por hacerme sentir vieja...aunque, ¿entendiste lo de Alanis Morrisette?

—Sí mamá, pero vamos...¿Country?

—Vale, mi error —Colleen se disculpó tras suponer que el conocimiento de música campirana de Allye era equiparable al que poseía en música rock.

—Aún así...espera —Allye alzó su palma pidiendo tiempo mientras hacia números y cuentas en su cabeza —. ¿Cuántos años tenía Jessica en ése entonces?

—¿No salen las cuentas, verdad cielo? Jessica era una bebé, tú aún no habías nacido, ni siquiera estabas en planes.

—¿No te separaste de él?

—No de inmediato...

—¡Mamá! —reclamó Allyson alzandose de su asiento y azotando con sus palmas abiertas la mesa —. ¿Realmente lo disculpaste? ¡Sí Jake...sí cualquier chico me hiciera eso yo lo mando a volar de inmediato! ¡Y quizá no sólo quemo su ropa, sino hasta a él!

—Calma tus ansias feministas y piromaniacas cariño —La madre pidió—. Es mucho más complicado de lo que parece.

—Aún así —refunfuñó Allye de brazos cruzados, regresando a tomar posición sobre su silla.

—Linda, ¿te das cuenta que si lo hubiera dejado en ése momento, tú no habrías nacido?

Allyson calló.

—¡Bien! Es un buen punto —contestó.

—No creas Allye; no creas que ganas no me faltaron, y en realidad, sí, tienes razón. A pesar de todos los problemas y traumas que tienes, al menos puedo decir que tienes un amor propio mucho mayor que el mio, y eso es bastante sano —Colleen dijo—. Sé que lo mejor, lo más digno, era dejarlo en el momento, pero...

—¿Sí? —preguntó Allyson al ver a su madre encogerse de hombros.

—Pues —Colleen suspiró—, no creo tener una buena respuesta en realidad, y es que racionalmente hice lo equivocado, pero era más joven, era ingenua, estaba enamorada, tenía una niña pequeña, y mi vida parecía de ensueño...supongo que no quería dejar ir esa vida sin luchar un poco.

Y siguió narrando.

Colleen confrontó a Malcolm aquella primera noche, la cual, no fue exactamente como había visualizado: ella deseaba gritar hasta quedar muda, pero no le salía fuerza alguna para levantar su voz más de un tono de solemnidad y decepción.

—¿Es “esa” Romina? —La joven Colleen preguntó, sentada frente a frente a Malcolm en el comedor de su hogar.

—¿Qué quieres decir?

—Recuerdo haber escuchado de una secretaria tuya llamada así, ¿es ella verdad?

Malcolm no tenía excusas.

El Club De Hopewell: La Tercera Es La VencidaWhere stories live. Discover now