Capitulo XXXVIII: The Walking Grace

1.7K 133 17
                                    

Ninguno de los tres...en realidad, ninguno del grupo podía creer lo que algunos de ellos estaban a punto de hacer; quizá era una misión de locos, digna de pacientes mentales, pero el mundo parecía haber perdido la cordura, y cuándo tienes en tu alumnado un 5% de estudiantes diagnosticados por un psicólogo con algún mal, resulta no tan sorprendente.

—Allye besa mejor de lo que recordaba —Jake comentó, una vez cerrada la puerta de acero tras de él, ingresado junto a sus acompañantes en el pasillo del edificio.

—¿De verdad? —Sarah preguntó—. ¡Caramba, las lecciones que le he dado a la niña sí que han funcionado!

—¿L-lecciones? —el chico cuestionó sonrojado por la imagen colocada en su cabeza—. ¿Cómo qué lecciones? ¿Qué tratas de decir con eso?

—¡Silencio por favor! —el director imploró, en un vigoroso susurro—. ¿Escuchan eso?

—Lo que escucho es ese sonido proveniente de su pantalón...

—Ustedes, chicos, no son los únicos que cuentan con algo para defenderse en caso de emergencia.

LaFontaine mostró brevemente el objeto en su mano.

—¿Un revolver? ¿Trae un revolver a la escuela? ¿Qué es esto? ¿Columbine? ¿Sandy Hook? ¿Festivus en casa del abuelo?

—¡Vamos jovencito Zabrocki! ¿No tiene usted armas por ahí? ¿Me quiere decir que sus huellas digitales no se pueden encontrar en pistola alguna?

—Pues...es posible que haya tenido que defenderme una que otra vez...

—De todos modos, no me refiero al sonido del gatillo de esto —comentó el director, bajando aún más el volumen de su voz —, sino aquellos sonidos, ¿los escuchan?

Jake y Sarah detuvieron su andar por un segundo, y en efecto, pudieron escuchar a lo que su director se refería.

—Suenan a quejidos —Sarah comentó.

—Así es —asintió LaFontaine—, debemos...debemos marchar con mucha precaución.

—Va a disparar y matar a uno de sus alumnos...el que debe tener especial preocupación, es usted —Jake advirtió.

—¡Haré lo qué tenga qué hacer para sobrevivir! ¡Y les recomiendo qué ustedes hagan lo mismo!

Avanzaron hacia la salida de emergencia desde dónde habían subido al techo; la escalera ya no estaba, al igual que la mayoría de los infectados, no obstante algunos seguían teniendo presencia en el auditorio.

—Aún hay dos rondando por ahí —La Fontaine anunció tras un vistazo—. Bueno, podemos vencer un par de esos monstruos sin demasiado problema, aunque...

—¿Pasa algo, director? —su alumna interrogó.

—No tenemos escaleras, ni cuerdas...ustedes son jóvenes, y se ven en buena forma, así que podrían saltar hacia abajo sin mucho problema...pero yo soy algo mayor.

—¿Es eso un problema?

—Hace veinte años quizá no tendría detalle alguno, pero mis huesos no son los de antes, y si trato de dar un salto y caigo mal, podría lastimarme, y les resultaría de menos ayuda y más como una carga; hay que pensar muy bien la manera en la que bajaré, no podemos actuar a lo loco, hay que..¡Hijo de la...!

El director cayó cara abajo, pateado por un Jake que no estaba de humor para demasiados razonamientos.

—¿¡Por qué hizo eso!? —gritó el director.

—Menos charla, ¡más acción! —Sarah ordenó.

Tomó sus flechas, y apunto a los infectados, dirigiéndose hacia ellos en un ataque arrebatado; las flechas impactaron en los bordes de sus ropas; camisas y pantalones, impactando y clavándose en los muros de la habitación.

El Club De Hopewell: La Tercera Es La VencidaWhere stories live. Discover now