Capitulo XXXIV: ¿Por Qué Los Padres Se Enamoran?

1.6K 123 14
                                    

Allyson había logrado llegar a una especie de acuerdo consigo misma respecto a su madre y sus citas con Keith; las ignoraba...punto. En serio, no trataba de darle importancia ni invocar dramas innecesarios; en parte, ella misma estaba a nada de cumplir 18 años, así que de algún modo, la edad parecía pesarle: el tener que actuar de un modo más maduro, más racional, pensando clara y lentamente por qué y cómo reaccionar.

Pero unas simples palabras estaban por perturbar aquella paz.

—Buenas noches mamá —Allye saludó a Colleen al verla entrar a su hogar, una noche de sábado —. ¿La pasaste bien en tu...?

—¡ME VOY A CASAR! —la madre reaccionó, con una voz en alarido golpeador de cada muro en el hogar de la familia Martin.

“¿Casar?” se preguntó la hija; suponiendo (y esperando) que debía tratarse de un error, exigió algo de contexto.

—Mamá, ¿qué quieres decir con “casar”?

—¡Keith se me propuso! ¡Se me propuso!

Colleen dio pequeños saltos como una colegiala tras una primera cita (una colegiala con demasiadas cremas contra la celulitis y cuyo expediente medico le advertía que tratara de disminuir el consumo de las carnes rojas), sonriente, risueña y con su mano abierta, mostrando una joya que no había visto antes.

—¿Eso es...un anillo? —Allye preguntó.

—¡Es un anillo de compromiso! ¡Keith se me declaró esta noche en la cena!

Allyson apenas había logrado hacerse a la idea de tener un hombre rondando a su madre los fines de semana, pero en ese momento se dio cuenta que quizá lo vería mucho más seguido de lo que quería.

—No, mamá...espera; no puede ser, ¿de verdad?

—¡Sí hija!

—Pero, ¿cuánto llevan...?

—Ya casi un año querida.

—¡¿Un año ya?! —Allyson exclamó sorprendida—. No me lo puedo creer.

—¿No lo has notado, cielo?

—Es que...quizá si saco las cuentas si sea el año, pero es que he estado ocupada con mis propias cosas: ayudando a Jessica con su carrera de actriz, reencontrándome con mi padre, luego Sarah entró a ese club de tiro con arco, ¡y eso sí que fue un drama! Luego sucedió el fraude de la obra musical en la escuela, Jake se animó a lo de la política estudiantil y luego hizo una fortuna vendiendo basura a dos grupos rivales, eso sin mencionar la reunión con esos dos chicos, Cecilia y Nicolás...es casi como si cada una o dos semanas nos metiéramos en una especie de aventura y...

En efecto, habían pasado muchas cosas; quizá por eso mismo no notó cómo la relación entre su madre y Keith se iba desarrollando; y en ese momento de verdad deseaba haberlo hecho, tal vez hubiera podido sabotearla de alguna manera.

—¿Allye? ¡Allye!

—Va, perdón mamá, es que estaba...no sé, creo que me dejaste un poco en estado de shock.

—¿Y qué dices, linda?

—Sé que ha pasado casi un año, pero aún así es poco tiempo para un compromiso así, ¿no lo crees?

—Bueno...

—Conozco a Jake desde hace más de una década, pero si no fuera así, ¿aceptarías que me casara con él si sólo lo conociera un año?

—Es una pregunta de dos partes hija —Colleen argumentó—: en primera, creo que sentiría un gran alivio porque de hecho te gustan los hombres...

El Club De Hopewell: La Tercera Es La VencidaWhere stories live. Discover now