El Club De Hopewell: La Tercera Es La Vencida

Capitulo LXIV: True Fate

—¿Allyson? —Jessica preguntó anonadada, al encontrarse con su hermana menor enfrente de su edificio de apartamentos, una tarde-noche después de que ella retornara de una audición —. ¿Qué haces aquí?

—Quería...hablar contigo.

—¿Hablar? ¿Es en serio?

—Bueno, más que hablar, en realidad quería escucharte...porque siento que no lo he hecho lo suficiente, no tanto como podría, no tanto como una hermana debería.

—Linda, mejor dime, ¿qué sucede?

—Sé qué algo te pasa.

Jessica calló; evitó la mirada de Allyson, pero ella misma sabía que el momento de seguir escondiendo la verdad, y aquello que sentía se había agotado.

—¿Podemos hablar en el apartamento? —dijo tras meditarlo con los ojos cerrados por un par de instantes—. Quiero...me gustaría tener privacidad.

—Lo comprendo; subamos...

Y en breve, ambas se encontraron en la sala de estar del hogar de Jess.

—¿No quieres beber algo, Allye? A veces olvido que ya eres mayor de edad.

—No, gracias...trato de dejar algunas cosas, y quiero estar completamente consciente para lo que voy a escuchar...

—Allye...ya sabes que mi vida no ha resultado...de todo bien. No como lo imaginaba, por lo menos.

—Difícilmente las cosas son tan como lo imaginábamos, ¿no? —Allye cuestionó—. ¿Eso significa que sea algo malo?

—Depende...y...creo que en este caso, sí...

—¿Qué quieres decir?

—Allye...hay ciertas cosas que no creo que te he alcanzado a decir.

—A veces pasa; tienes tu vida, yo la mía, y estamos en...bueno, en años atareados. Tú, intentando de crear una carrera, y yo, a un verano de empezar a la universidad.

—Y no sólo eso...es que...hay tanto que contarte.

—¿A mi?

—A ti...o a alguien; han sido unos dos o tres meses...brutales para mi.

—La actuación es una carrera difícil, eso ya lo sabías.

—No me refiero al trabajo, Allye...sino, a asuntos más personales.

—¿Vida amorosa?

—No se si llamarlo “amoroso” —Jess dio un trago a su lata de cerveza—. Pero para ir rápido, digamos que sí.

—¿Y...qué sucedió? ¿Quién te hizo algo?

—No lo conoces querida Allye, fue...un chico de una compañía de teatro a la que pertenecí. ¿Recuerdas cuándo actué en esa obra en la Navidad? ¿Fue la Navidad pasada? ¿O fue hace más? No recuerdo exactamente.

—No tiene importancia; vamos Jess, prosigue.

—Bueno, siempre nos veíamos, siempre hablábamos después de los ensayos, o de las actuaciones...

—¿Era otro actor?

—Sí, y ya sabes: ambos teniendo sueños parecidos, ambos...deseando triunfar, destacar, luchando para abrirnos camino, y el lucía sensible, lucía como alguien...alguien que te pudiera comprender, que te pudiera hacer sentir...en paz, y en este medio, créeme: es algo que se busca mucho.

—¿Y no terminó bien, verdad?

—Si hubiera acabado bien, no estaríamos hablando en este momento.