El Club De Hopewell: La Tercera Es La Vencida

Capitulo VII: Fantasía 3000

Y una vez más, Allyson tenía un único propósito para cumplir; se repetía en su mente tal acción mientras agrupaba las fuerzas y el estomago para llevarla a cabo.

—Voy a preguntar.

Pero al momento de la verdad, mientras veía esos ojos tristes, de mirada melancólica, perdida y desesperanzada en su madre con siquiera sugerir que ella continuara su narración, toda fuerza, voluntad, y fuerza de voluntad se iba por el caño.

—¿No pudiste tampoco anoche? —Jake preguntó de camino al colegio.

—¿Por qué dices eso? Me lo propuse, y...

—¿No le preguntaste, verdad?

—¡Carajo Jake! ¡Antes al menos me creías la mentira unos cinco minutos!

—Olvida eso; creo que deberías dejar el tema por la paz, si es que no lo vas a continuar.

Mas el problema residía ahí: Allyson, por cuenta propia, quizá no tenía más curiosidad por su padre y por su historia de la que tenía sobre el proceso por el cuál se fabrica el cristal templado, pero ya se había convertido en una cuestión de orgullo, y claro, de casi obsesión: si su madre no podía seguir contando, es porque había algo grande que no quiere revelar, ¿y quién puede luchar contra la curiosidad natural de todo ser humano?

—¡Chicos, chicos! —Sarah gritó acercándose a la distancia.

—Ahí se acerca Sarah —Allyson advirtió —. Tratemos de cambiar de tema, dejar el foco lejos de mi.

—¿Por qué? —preguntó Jake.

—Quisiera descansar un poco sobre eso, además: Sarah...la he notado un poco extraña.

—Sarah siempre está extraña, Allye: Ayer trajo un abrigo en forma de ganso alrededor de su cuello tratando de revivir la moda Bjork.

—No, claro, pero sabes que quiero decir: deseo decir “extraña para Sarah”, no “extraño clase Sarah”.

—Bueno...creo que puedo hacerte ese favor: no mencionaré eso. Sarah merece también su tiempo de expresar que siente y que desea.

—¡MUCHACHOS! —Sarah se arrojó a la espalda de Allyson —. ¿Ya Colleen siguió con su novela? ¿Sí, sí, sí? ¿Qué pasó después? ¡VAMOS, DIGANME!

—En primera...¡Quitate de mi espalda! —Allye reclamó —. En segunda...si tanto te interesa: no, aún no me ha repuesto.

—Oh...¿Pero por qué? ¿Qué tiene qué ocultar?

—Y justo ahí está la pieza del rompecabezas —Jake intervino.

—¡Suena genial! ¡Cómo un gran misterio! —Sarah exclamaba con un entusiasmo casi psicópata.

—¿Un gran misterio? —Allye y Jake cuestionaron.

—Puede ser...ya sabemos que hubo una infidelidad, ¿no? ¡Eso es lo que lo hace interesante! ¡Y sabroso!

—No creo que “sabroso” sea la palabra que tenga en mente cuándo hablo de aquello que llevó a mis padres al divorcio y llevó al fin a nuestra familia —Allye argumentó.

—Claro que no, ¡pero el no saber es lo qué lo hace más interesante!

—Sarah...Jake...aprecio mucho si interés, pero no se trata de eso: se trata de ver más claro una parte de mi pasado que hasta ahora había lucido borrosa, y quizá, quizá, pueda ayudarme a entender un par de verdades sobre quién soy, y de dónde...¡SARAH, QUÉ TE QUITES DE MI ESPALDA!

—Lo siento —dijo la morena—. Es suavecito...la franela se siente bien: sé que muchos piensan que es una tela medio masculina, pero en ti se ve...