Capitulo XXIII: Un Festivus Para Hopewellus

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Era la noche del Festivus, y ni un ratón se escuchaba...

...¿A quién engaño? ¿Qué sería del Festivus sin la ruidosa familia Zabrocki? (Y en efecto, se escuchaban ratones, ratas, mapaches, un tejón rabioso en su temporada de celo...)

Pero esperen que hay un detalle que he olvidado aclarar...¡Ah claro! ¿Qué rayos es el Festivus?

El Festivus es una celebración observada el 23 de diciembre por gente frustrada por el comercialismo de las fiestas, o en el caso de la familia Zabrocki, por gente que toma "Seinfeld" demasiado en serio, y el primer ritual del Festivus es "La Emisión de Quejas", que consiste en decirle a los demás las maneras en que los han decepcionado a lo largo del año.

—¡Tú, primo Terrance!—vociferó Harold, el anfitrión año tras año (por ser el único Zabrocki con casa propia)—¡Me hiciste ver mal frente a ese dealer colombiano! ¡Ya no puedo seguir pagando protección a la Familia de Odessa!

—Total, ¿el problema es con la Mafia Rusa o con el Cartel de Cali?—preguntó Jake, a lado de su padre

—¡Tú te callás que tampoco te salvarás maldito rapaz!

Harold prosiguió con sus gritos: denunció a la prima Cherryl por volverse desnudista en el White Horse (sabiendo que en el "PinkFountain” le pagaban más), al tío George por dejarse engañar por el sujeto que le "vendió" la torre CN del centro, y a la sobrina Michelle por casarse con un "terrorista" (que según Harold, es cualquier sujeto de "esa religión donde usan toallas en la cabeza")

Y dejo lo mejor para el final: su hijo, Jake.

—Muchacho, ¿Dónde empiezo contigo?

—¿Qué tal el principio?—contestó el chico

—¿¡Me dejás terminar!?

—Lo siento, continua con lo que seguramente serán unas memorables palabras.

—¡Ya sé por donde empezar!—exclamó el padre—Esa maldita actitud adolescente de "yo-lo-sé-todo"

—No lo sé todo—se defendió Jake—. Para empezar: no sé donde están tus pantalones.

Harold volteó hacia sus partes "inferiores" y notó que estaba en calzoncillos.

—¿¡Por qué nadie me dijo que no tenía pantalones!

—¿Decirte? ¿Bromeas? ¡Miralos! Todos están ebrios o drogados, y en el caso de la abuela Chloe, seniles.

—¿Ves? ¡Un sabelotodo! ¿Qué haces de la vida? Todo de lo que sabes es jugar, robar y pelear...

—¿De que rayos hablas? ¡Tú me enseñaste todo eso!

—¡Eso es todo! ¡Qué comience el siguiente ritual del Festivus! ¡Las proezas de fuerza!

Para los no iniciados: las "Proezas de fuerza" es la parte del Festivus que involucra golpes, patadas y mordidas y no se puede terminar la fiesta sin que haya un encuentro de esta naturaleza.

—Viejo, sabes bien que no me has podido ganar desde hace cuatro años—Jake, con presunción pero también con el antecedente a su favor, presumió.

—¡Ahora no estoy ebrio! ¡Vamos!

—Como gustes...

No sin antes ponerse de nuevo los pantalones, pero curiosamente quitándose la camisa, listo para enfrentar a la causa de sus agravantes los últimos doce meses (y en realidad, quizás los últimos 16 años)

Harold se arrojó hacia las piernas de su hijo tratando de taclear al joven, pero él, aprovechando que su sentido del equilibrio todavía no tenía 30 años de jodido, con un simple pasó atrás provocó que su padre cayera al suelo.

El Club De Hopewell: La Tercera Es La VencidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora