El Club De Hopewell: La Tercera Es La Vencida

Capitulo XXIX: Infectedland

—...Y entonces, nuestro director fue capturado por esos seres; no recuerdo mucho de lo que sucedió después de eso —Allyson terminó de narrar en la mesa de la cocina, durante el desayuno, a su madre y su hermana mientras compartían el cereal.

—Eso sí que es...un sueño interesante —Colleen comentó.

—¿Estuviste leyendo creepypastas durante la madrugada otra vez, no? —preguntó Jessica.

—Puede ser...pero el caso es que todo parecía tan real.

—¿Zombis en Hopewell, cariño? —su madre cuestionó—. ¿Eso te pareció real?

—Creo que es ese tipo de cosas que tienen sentido en los sueños pero una vez despierto te das cuenta de lo tonto que suena, ¿no?

—Todos tenemos sueños malos hermanita —Jess le consoló—. Una vez tuve una horrible pesadilla...resulta que era el baile de graduación y por comer un almuerzo con demasiada sal, ¡se me hinchó la figura y no cabía en el vestido que había elegido para la ocasión!

—Sí...es un terror comparable con el de ver a tus compañeros caer victimas de criaturas infectadas con un mal desconocido.

De todos modos, la menor de las Martin sintió alivio, calma, paz: aquella mala jugada de su imaginación había sido una mera irrealidad, incapaz de tocarla o de hacer daño alguno. Todo lo que le importaba era que se sentía bien, y segura.

—Todo fue...todo fue un sueño —murmuró.

—¡Allye! ¡Allye despierta!

—¿Sarah? —confundida, preguntó la pelirroja al ver el rostro de su amiga sobre el suyo—. ¿Qué pasa?

—¡Ya casi es la hora! ¡Tenemos que despertar!

—¿¡Qué!?

Y la mente de Allyson se cimentó, aceptando mejor la realidad a su alrededor: sus compañeros, cansados, sucios y a tiro de piedra de una crisis emocional, y en el mismo maldito techo, refugiada de estudiantes y maestros infectados.

No era un sueño, y por más que lo deseaba, no podría escapar de esa escena.

—¿Cómo están todos? —Allye preguntó al acercarse al circulo alrededor del cuál todos los supervivientes se habían sentado.

—Algo cansados—replicó Jake—, pero creo que todos sacamos un poco más de nosotros para esto...ahora el detalle, es ver si funciona.

—Tiene que funcionar...

—¿No te dijo algo más tu hermana? —preguntó Toto, limpiando el sudor de su frente emergente por los nervios y la presión—. ¿Algo acerca de...lo qué sea que vaya a hacer?

—Sólo que estuviéramos listos alrededor del fin de la madrugada, antes del amanecer.

—¿Es tu hermana de fiar? —Mac inquirió.

—Jessica es...una persona inteligente, aunque no es algo que me guste admitir muy seguido: sólo me hubiera avisado de algo si en verdad tiene un plan que cree que podría funcionar.

—Jessica...¿Jessica Martin? —Mac comentó.

—¿La conoces?

—¡Jessica Ilsa Martin! ¡Claro que la conozco! ¿Solía estar en el club de animadoras, no?

—¿De dónde oíste de ella de todos modos?

—Mi hermano mayor estaba un poco...enamorado de ella; también estaba en el equipo de fútbol y me contaba que todos, TODOS deseaban estar con esa chica.