C u a r e n t a y d o s .

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Aprete los labios mientras depositaba en una esquina con la mirada totalmente perdida. Podía suponer muchas cosas esta noche, pero traer temas de conversación que no eran comodos, era suficiente, aún así, cuando realmente deseaba volver a empezar sin ningún problema. Necesitaba que esta reunión se acabara de una vez, sé que en algún momento de despecho habrá algún otro comentario que no podré evitar ignorar y antes que suceda eso, deseaba prevenir cualquier situación.

Me acerqué a la perilla de la cocina apagando completamente el horno, para luego dirigirme a la del gas y bajarla, anulando su circulación.

— Se ha ido el gas. —Salí con un secador en las manos para simular que había intentando hacer algo, no sé qué, pero pensé que era un buen objeto para el papel.

— ¿El gas? ¿Pero no vino el chico del mes pasado a depositar uno nuevo? —Alex prengunto mientras retrocedia en sus pensamientos.

— No, te estás confundiendo, eso fue el mes pasado, se nos paso. —Al verla perdida intentando acordarse, aproveche en confirmarlo y así despistarla.

— ¿Pero? ¿No hay manera de llamar a alguien? ¿Un repartidor? —Mi madre se levanto con dificultad entre risas por el efecto de la bebida que le debe haber llegado a la cabeza mientras Lucas se levantaba inmediatamente para ayudarla entre su tambaleo. James se paró de igual manera pero fue demasiado tarde, ella, con un dedo, lo sentó de nuevo invalidando su ayuda.

— No, no permiten visitas externas. Es un cierto horario, a parte, ya están cerrados, lo he intentado ubicar pero es imposible.

— Iré a revisarlo. No he coordinado con el administrador  para que sucedan estas cosas —Indignada y, terca, intento caminar hacia la cocina pero solo salían tropiezos graciosos para los demás, menos para mí.

— Creo que mejor es que vayas a descansar, voy a revisarlo yo —Mentí, para que pueda ir a mi habitación— Te aviso cualquier cosa.

— Déjame a mí. — Insistió ella, colocándose al frente mío.—

— No. Déjame a mí. — Repetí, de manera tajante. — Y a Lucas. — Añadí, para que mi madre se fuera confiada gracias al poco criterio de confianza que tiene sobre mi persona.

— Bueno, entonces así, si te puedo dejar. Voy .. —Carcajeó, cada vez los ojos le pesaban más y las risas eran algo deformes. — Voy a ir a descansar pero me llaman eh, no vayas querer robarte todo el crédito. Total, estoy seguro que todos desearían probar una cena decente después de mucho tiempo.

Mi madre desapareció con Lucas de la sala, ella entre murmullos y risas bajas, hablando y respondiendo a sus propios diálogos. Me quede parada en el arco de la entrada.

— El gas se ha acabado, creo que es mejor que regresen a sus departamentos, no habrá mucho que hacer. Los acompaño. Iré por el otro abrigo que tengo en la puerta colgada, dame un segundo. — Alex se retiró de la sala a pasos largos y rápidos.

—¿Estás bien? — James preguntó en voz baja, asentí sin ni siquiera mirarlo. Evan se había quedado callado desde su última intervención, así que no fue necesaria mi presencia. Me di la media vuelta y regrese por mi taza de vino. Di una bocanada de aire larga y antes de volver a respirar deslice grandes tragos de vino por garganta.

— Ya regreso. — Alex avisó desde la sala, no respondí y no me sentí capaz de sentirme en el espacio terrenal una vez la puerta se cerro, pero forzosamente Lucas me regreso a la tierra de nuevo.

— Ah. Disculpa, ha sido error lo de la cocina, lamento toda la situación. —Deje la taza en la mesa y agarre las llaves de la puerta que estaban colgadas para poder entrar si es que Alex se demoraba en regresar. — Y por lo de mi madre, me imagino que debe haber sido incomodo tener que llevarla.

EDÉN.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant