O c h o.

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— James me dijo que pasara por ti — Gritó el rubio mientras se acercaba hacia la ventana del copiloto y hacía un gesto con la mano indicando que ingresara.

Dude un poco antes de avanzar lo más rápido que me permitía, intentando no mojarme en el trayecto. A penas ingrese cerré la luna y me saque la chaqueta que tenía puesta. 

Un escalofrío ligero recorrió mi cuerpo debido al cambio climático brusco.

El interior se encontraba cálido, los asientos eran totalmente cómodos y una fragancia de perfume con una mezclada con frescor para auto invadió mi sentido del olfato.

— Me encuentro algo sorprendido. — Pronunció de manera intrigante, rompiendo el hielo entre nosotros— No te encuentro el aspecto de marmota. —Río ligeramente— Y eso que tenía ganas de tener una mascota.

Negué con la cabeza divertida y volteé con la intención de registrar a Michael disimuladamente antes de responderle.

Era rubio pero en un tono cenizo, de cabello corto pero ensortijado que notaban rastros de humedad, por lo que deduje que se había duchado hace poco, sus facciones eran ligeramente finas, se le notaba mayor a comparación mía.

Contaba con un tatuaje en el brazo izquierdo de un símbolo tribal, no era de mi agrado el diseño, me parecía a primera impresión algo brusco. Mis mejillas se tornaron coloradas inmediatamente al verme pillada observándolo.

— Aún no me respondes el porqué del apodo. —Su introducción fue refrescante y el dolor de tobillo paso a segundo plano por mis nervios.

Deslicé mis manos en mi cabello, intentando sacudir las pequeñas gotas.

— Es un apodo poco frecuente, la verdad, yo tampoco le encuentro el origen. —Mentí, encogiendo de hombros de manera divertida.

— Soy Michael, mucho gusto —Ofreció una sonrisa en su rostro acompañando su presentación de manera amigable, extendiéndome la mano para saludarlo.

— Soy Alisse.—Respondí con cordialidad mientras la sacudía en respuesta.

Detuvo el carro en un semáforo que se turnaba a color rojo. Giró su cuerpo en dirección a la parte trasera de su carro buscando con la mirada.

— Creo que tengo una toalla limpia acá. — Un pequeño sonido de lamento salió de él cuando no encontró lo buscado.

— No, no te preocupes — Asegure en un tono tranquilo. — Estoy bien. Recién habían empezado unas pequeñas gotas.

Sus ojos caramelo me tantearon rápidamente para confirmar si me encontraba mojada. El cambio a verde se reflejo de forma más intensa y volvió a la marcha.

— ¿Es la primera vez que vas al Edén? — Preguntó con la vista fija al frente.

Afirme con un sonido de confirmación. 

Que nombre más raro.

Edén.

Soy relativamente nueva aún. —confesé— Así que no tengo muchas ideas respecto a ese lugar u otros que sean. Pero supongo que si a Alex le gusta ir es porque debe ser divertido.

Michael dio una pequeña risa llena de jocosidad.

— Bueno, puedo darte una pequeña introducción. — Otro semáforo en rojo, solo que esta vez ya contaba con los segundos por acabar. — El Edén es todo lo moralmente incorrecto que pueda existir en el campus. —Su tono de paso a ser serio, como si el lo conociera perfectamente— Así que no te asustes, a todos les pasa la primera vez que lo conocen.

— ¿Les pasa? — Cuestione frunciendo el ceño ante el termino de su comentario.

— Solo explora tus sentidos — Aprovechó el cambio a verde para voltear mirarme de manera sagaz— nada más. Todos llevamos un Edén por dentro.

No supe responder ante su explicación, no era una chica que salga mucho a fiestas de esta clase de calibre "alto" por como me advertía, tampoco deseaba quedar en ridículo ante mi falta de experiencia, por lo que dirigí mi mirada al frente evadiendo contestarle.

Eso si, la sensación de emoción se apoderaba de mi cada vez que el trayecto se reducía para llegar. Soy como un cachorrillo empapado con un pollo de plástico para poder jugar.

Nos habíamos alejado un poco del perímetro de la universidad y el camino se volvió más oscuro. Los vidrios se empañaron con mucha rapidez, batallando por opacas a las manchas de lluvia seca.

— No está muy lejos, ya vamos a llegar. ¿Eres compañera de Alex? ¿Cómo conseguiste un departamento fuera de la residencia? Es difícil. Generalmente los estudiantes regresan a sus casas porqué claro, viven cerca u aplican con tiempo para las que se encuentran dentro.

— Sí, eso me di cuenta cuando empecé mi búsqueda. — Ironicé dandole la razón — Contaba con un par de pasta ahorrada de un par de trabajos de verano, así que cuando vine a la universidad y vi las habitaciones. — Relamí mis labios buscando la palabra ideal.

— Eran una mierda. — Escupió Michael.

— Oh vamos. — Carcajeé — No estaban tan mal.

El sonido lejano del estéreo rebotaron en las lunas. El aroma de la brisa del mar perpetuo a través de las rejillas del auto.

— ¿Perteneces o tienes alguna intención sobre alguna casa o fraternidad?

Negué con la vista aún pegada al frente, que encendiera las luces de carretera aumentaba mi curiosidad.

Mi cuerpo se endureció y empecé a rascarme el cuello. Los rebotes del carro empezaron a crecer, pasando por terreno sin asfaltar por un par de segundos. Michael dio un freno en seco estacionándose y apagando el motor.

Supuse que ya habíamos llegado. Tal y como me comento, no quedaba muy lejos de la universidad, cosa que me brindo en cierta manera confianza ya que sí decía regresar ahora mismo no sería un trayecto tan pesado. El estado de mi tobillo era estable siempre y cuando no depositara todo el peso en este de manera brusca.

— Llegamos —Confirmo mis pensamientos con una sonrisa extensa para bajar del auto con algo de prisa, parecía como si un extasis de emoción hubiera invadido su cuerpo al observar el panorama que teníamos en frente.

Los rebotes de la música electrónica se hicieron mucho más ensordecedores al momento de bajar. Era una casona con pinta de ser abandonada pero con la infraestructura en excelente estado totalmente abarrotada de gente. Cerré la puerta de la camioneta y me pegué en contra de esta al momento de ver una gran cantidad de chicas marchar con prisa al frente mío entre gritilos y risas.

— Ven, si no me sigues te vas a perder. —Apareció a mi lado y me agarro de la mano. Solté el agarre de manera cautelosa ante mi incomodidad y preferí sostenerme de su brazo manteniendo una distancia segura. Estaba tan ocupado recibiendo los saludos de las personas que no había notado mi desaprobación ante su gesto. La presencia que brotaba este personaje era de autoridad.

La mayoría de chicas que pasaban o saludaban, lo hacían con un rostro totalmente coqueto, desesperadas por hacerse notar, para después seguir hacia mi con una cara como si realmente viniera vestida con un disfrazada de Winny Pooh.

En lugar de portar una minifalda o un polo corto, llevaba puesto unos vaqueros rasgados con una sudadera dos tallas mas grandes ocultando bvd ajustado que usaba para disimular la falta de sostén.

Debí ir a la lavandería el día de ayer. 

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¡Hola! ♡

Espero que hayan tenido una bonita navidad y que pasen un inicio de año precioso. Recuerden que si están pasando por un mal momento, todo en la vida pasa. Tampoco es un fin de año tan bonito para mi. Aprovechemos este inicio de año para cambiar todo lo negativo y seguir con todo lo positivo. Todo pasa, todo cambia y aprendamos para más adelante. 

Les mando un abrazo enorme y con toda la actitud perrrrriiiiisima para el 2020. 

EDÉN.जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें