D i e c i n u e v e.

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James calló ante la agresividad de mi pregunta sin saber qué responder.

— Lo siento —Me froté el brazo sintiéndome mal por el tono de voz que use. Él no tenía la culpa o eso deseo suponer— Estoy un poco alterada por la falta de sueño y todo lo sucedido. Muchas gracias por el detalle de llevarme a la clínica, me encuentro muy cansada, nos vemos. — Me despedí con un gesto en la mano para suavizar la situación y así continuar el rumbo a mi habitación.

Los días de mi descanso medico se hicieron eternos, no estoy acostumbrada a la falta de actividad y debo decir que Alex me cuidaba con mucha dedicación al punto que si no me acompañaba al baño y ella misma me limpiaba era porque le recordaba que aún no me encontraba en estado de muerte como para no poder lidiar con eso. No pregunté y tampoco toque el tema de aquel día, aún el pequeño sentimiento de culpa por aquella respuesta me causaba un poco de malestar.

Los apuntes lo tenía al día gracias a que al igual que un vigilante, mi querida amiga al termino de todas mis clases iba a pedirle a cualquier compañero que salía del salón, al igual de encargarse sobre las conversaciones  con cada profesor porque la ansiedad de faltar sin explicación me carcomía por ratos.

Se sentía culpable por haber hecho que vaya a esa fiesta y terminar con el tobillo inflamado. Pasado los días, me comento de manera superficial que no estaba enterada sobre quien me iba a recoger de la clínica, le expliqué que solo fue Michael, no mencione lo demás porque no quería darle cuerda a mi imaginación de nuevo y Evan era solo una anécdota que por el momento no deseaba volver a traer a la mente.

Aproveché para conversar con mi madre, todo estaba en orden en casa y eso me aliviaba. Añoraba los días en los cuales ella me cuidaba ante cualquier enfermedad pero sé que no era ideal comentarle acerca de lo sucedido. Sé que probablemente la situación se tornaría al revés y yo sería la que terminara haciéndome cargo de ella por el infarto ocasionado al comentarle toda la "aventura" universitaria.

Algunas veces me pregunto si es que ella también habrá tenido esa clase de emociones. Desde aquella situación me replanteo mucho la idea de sentimientos y vivencias. Es decir, siento como si realmente hubiera salido de una caja de cartón completamente a oscuras a un mundo de colores eufóricos cada vez que recuerdo antes de dormir aunque sea un extracto de esa noche. Podré ser quizás exagerada, pero jamás pensé experimentar tantas emociones en tan pocas horas, creo que la última vez que sentí adrenalina fue cuando llegue tres horas tarde de lo pactado por estar con Chris, felizmente mi madre se encontraba dormida y no hubo más rollo que ese.

Volver a mis clases me causaban una ligera emoción a excepción de la clase de Letras, fue la única en la cual Alex no pudo interceder para poder entregar mi trabajo. El profesor Henderson le indicó que no había manera de subsanar la falta.

Intenté mantener la concentración al máximo y atención del profesor en la mayoría de la clase, para que al termino, me acercará al estrado en donde se encontraba brindando algunas indicaciones, esperé a que las alumnas terminaran su turno para así marcharse. 

— Buenas tardes Señorita Smith, me alegra mucho verla al igual que por su visible recuperación.  — Me saludó amigablemente en tanto guardaba las cosas dentro de su maletín.

— Profesor Henderson. Muchas gracias, fue un golpe complicado por lo que no pude venir. Lamento mucho las faltas. 

— Sí — Me corto al ver mis intenciones — Alisse, tus calificaciones son buenas, un trabajo por falta no te afectará el promedio de eso estoy seguro. Lamentablemente a diferencia de otros profesores no puedo mover el sistema con tanta facilidad.

EDÉN.Where stories live. Discover now