D i e z.

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El ambiente era imposible de describir en una palabra, todo tan cargado de hormonas y libertinaje, sentía que podía aspirar testosterona pura. Ladee la cabeza para indagar esta sección un poco más.

El piso de abajo ofrecía una vista a mujeres ubicadas estratégicamente en este punto, bajo el balcón.

Logan y Connor observaban divertidos, como si fuera una mercado. Intercambiaban comentarios al oido y miradas con alguna de las féminas. Estas visiblemente emocionadas se removían de manera poco discretas.

Atisbe intentado observar que sucedía en una esquina, dos mujeres y un hombre agachan la cabeza a la altura de una pequeña mesa, aprietan por lo que supongo que es un lado de la nariz e inhalan con fuerza. Abrí los ojos como plato ante la reacción, nunca había a nadie aspirar cocaina. Mi garganta se seco por la impresión de ver totalmente normalizado ese acto ante los demás.

Siempre había escuchado sobre eso, pero verlo fue totalmente diferente.

— ¿Qué pasa tía? —Alex me pilla por sorpresa entre risas de algún chiste que le contaron y posa su mano sobre su hombro— Ah. —Dice al notar hacia donde apuntaba mi mirada— Alisse, tomatelo con calma. La primera vez también todo me sorprendió muchísimo. —Bajó la mirada hacia el "mercadillo"— Excepto por estas. — Señala al pequeño grupo de pelirrojas que se revuelve mirando a James, intentando llamar su atención de una manera algo exagerada.

¿La habrá conocido así?

¿Ella abajo, revoloteando para él?

Me agarra de la mano y tira de mi delicadamente para caminar al grupo que se había movido mientras me encontraba observando.

Una carcajada a mis espaldas me resulta familiar.

— Vaya, vaya.

«Ashley»

— Pero que vaya sorpresa tenemos aquí. —Fiel a su estilo, me viborea de pies a cabeza— Creo que alguien se ha confundido.

Pasa de mi groseramente, dejando las bebidas en la mesa que estaba al frente de nosotros, inclinando su cadera al momento de agacharse, dando a relucir el pequeño monte que se formaba por la talla pequeña de su short y sus nalgas.

¿Cómo era posible? 

Hace un par de días vestía y actuaba totalmente diferente. Los pantalones caqui y la chaqueta de punto no tenían punto de comparación con las medias negras y el top con espalda desnuda.

Stephen me había dicho que era una alumna modelo, intachable. Pero en este momento solo modelaba las nalgas en un traje que suplica ayuda por ser tres tallas menor.

Giro los ojos ante su actitud. Yo no le he hecho nada para que se porte de esa manera tan grosera hacía mi. No la he visto más que una sola vez y al parecer se esfuerza por ocupar mi pequeña lista de personas indeseables. Se encuentra a un paso de superar a mi vecino Robert, que una vez pateo a mi perro por accidente, o siendo lo que él dice.

— Gracias por esforzarte Ashley en traer las bebidas, estoy segura que Evan algún día va a notarlo. — Mi mejor amiga, fiel a su estilo, alza su voz, logrando que el grupo en el cual pertenecemos se regocije un rato. Ashley voltea a mirarla con los ojos en llama. 

Al parecer la vergüenza y esta chica no se llevan muy bien, ese aire de superioridad que siempre quiere imponer no le resulta tan efectivo.

— No te juegues hermosa, que es un milagro que a James le durará el follon más de una semana. — Remata Ashley para alejarse con un trago a su mesa hacia el fondo. James automáticamente agarra a Alex entrelazando sus manos y logra que todos los posibles ataques contra la cabellera de la rubia se relajen.

— Me parece haberte visto antes. — Nicolás, si no me equivoco, dice una vez sea acerca la altura de mi oreja.

Abro los labios ligeramente para responderle pero me quedo corta. 

Detrás de él, una mirada me acuchilla directamente, con los ojos fijos en mí sin ninguna vergüenza, provocando que el cuerpo se me tensé y las mejillas se sientan más acaloradas. Todo el bochorno que siento por la falta de circulación correcta del aire aumenta. Nicolas regresa a su lugar por suerte, logrando bloquear el contacto.

— ¿Pasa algo?

— Eh.. —Tartamudeé— No hay salidas de emergencia y en las escaleras a penas podemos entrar cuantos. — Escupí inmediatamente tratando de no sonar extraña, aunque siendo cierto, el tema de seguridad me tocaba los nervios de punta, desde el momento que ingresé llevo rezando para que no ocurra alguna desgracia de la cual la mayoría no soportaría.

La risa de él se pierde con los chirridos de las chicas al poner una canción que estaba de moda. Me inclino un poco a la izquierda con mucha timidez esperando ser totalmente disimulada.

— ¡Están esperando una invitación o qué! — El fulano que atrae mi mirada suelta a espaldas de Nicolas, provocando que se voltee con total jarana. Su mirada se intercambia por un par de microsegundos hacia él, para luego volver a mí.

Doblo totalmente el rostro en signo de rechazo buscando a Alex, quien está siendo arrinconada por James susurrándole un par de cosas al oido, parecen unos adolescentes de secundaria. Sorbo la bebida que aún está casi completa y una vez ingresado a mi garganta, trato de sofocar el efecto del calor mentalizándome a acostumbrarme.

— Ven. — Nicolas me indica.

EDÉN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora