Capítulo 4.

3.1K 131 5
                                    

Premios especiales.

04 de octubre 2018.

Al llegar al campus, Barbie baja inmediatamente del auto sin importarle las miradas curiosas de siempre.

—Barbie —Escucha la voz de Keelan a su espalda. Se gira y lo ve con aquella sonrisa coqueta que lograría mojar las bragas de cualquiera, y por cualquiera se refiere a ella.

—¿Qué? —Pregunta viéndolo caminar hacia ella con aquel paso firme y seguro como si de un rey se tratara.

—Un placer conocerte... —Toma su mano y deja un pequeño beso en el dorso de está enviando una corriente eléctrica a todo su cuerpo causando un temblor involuntario.

—Lo... lo mismo digo... —Murmura con nerviosismo por las miradas indiscretas. Keelan suelta su mano suavemente y permanece mirándola por algunos segundos.

—Espero ver su nombre en la lista, señorita Rockefeller —Habla adoptando una postura totalmente seria como si no compartieran recuerdos, y recuerdos tan íntimos. —De no estar al final del día, no podrá realizar la pasantía en mi empresa. Debo reunirme con el rector, permiso —Se despide cruzando por su lado.

La castaña camina hacia sus amigas quienes se encuentran junto a una de las fuentes viendo toda la escena. Al estar frente a estas, levanta la mano para que hagan silencio.

—Responderé sus preguntas, pero primero vayamos a la cafetería, muero de hambre —Ingresan en el edificio yendo inmediatamente a la cafetería, compran lo deseado y se sientan en una de las mesas. —Ahora sí, responderé sus preguntas.

—¿Dormiste con el guapo que te devoraba en la fiesta? —Pregunta Britney inmediatamente.

—¿Qué tan bueno es en la cama? —Pregunta Brittany.

—¿La tiene grande? —Pregunta Britney nuevamente.

—¡Por Dios! —Deja salir una carcajada. —Dormí con él —Responde la primera pregunta de Britney llevando un pedazo de manzana cortada perfectamente a sus labios. —Amanecimos juntos, pero me marché a las 06:00 AM mientras él dormía, luego lo encontré desayunando con papá y aproveché para masturbarlo bajo la mesa. Subimos a mi habitación y le hice la mejor de las mamadas.

—¡Quiero ser tan buena mamando como tú cuando sea grande! —Bromea Britney atrayendo la atención de algunos chicos que cruzan por su lado. —¿Qué? —Le pregunta a una morena con lentes que permanece viéndola fijamente con rostro de asco. —Esto es una universidad no un monasterio —Gira los ojos.

—¡Shh! Déjame terminar —Ríe ignorando lo anterior. —Creo que si hubieran premios especiales él se llevaría el premio al mejor en la cama pues sentí que nunca me había venido como ayer —Le responde a Brittany. —Y tiene la verga más grande de todas —Suspira. —Me dio el mejor sexo del mundo.

—¿Entonces, volverán a acostarse? —Pregunta Brittany.

—No, sabes perfectamente que eso está prohibido para ella —Le responde Britney.

—Exacto —Secunda está sacando su teléfono. —Debo ir a entregar los trabajos y luego irme a casa —Anuncia Barbie. —Tengo una entrevista con John Spencer.

—Creí que habías dejado los medios de lado por un tiempo o al menos hasta terminar la carrera —Habla Brittany.

—Yo también lo creí —Bromea. —Pero, según papá ya es tiempo de regresar —Se levanta. —¿Chicas, vamos por algo de tomar hoy?

—¿En serio? —Reacciona Britney con una sonrisa morbosa. —Pues, me alegra informarte que esta noche un viejo amigo celebrará su cumpleaños y aunque ya es un treintón, te aseguro que sabe cómo divertirse —Habla con doble intención.

En las Garras de la PasiónWhere stories live. Discover now