En las Garras de la Pasión

Capítulo 10.

Un sex shop...

26 de octubre del 2018.

—¡Barbie! —Escucha la voz del ogro que tiene por jefe. Se levanta, alisa su falda e ingresa en la oficina.

—¿Qué necesitas, Keelan? —Pregunta con enfado pues ese día quedó con salir con sus amigas y pasar un buen rato, pero el estúpido de su jefe no hace más que joderle el culo poniéndola de mal humor y dificultando el ''pasarlo bien''.

—Ven aquí —Ordena sin apartar la vista del ordenador. La castaña se acerca y apoya el trasero del escritorio esperando la siguiente orden del ojiazul. —Arrodíllate —Ordena girando la silla quedando frente a frente. Desliza su cinturón de cuero por la trabilla de su pantalón hasta sacarlo por completo y tenerlo en su mano. —Barbie, te ordené algo —Gruñe desabotonando el botón de su pantalón liberando su latente erección.

—No puedes pretender que te haré sexo oral en la oficina... —Muerde su labio inferior al ver como el tipo frente a ella comienza a recorrer su grosor lanzándole miradas lascivas a su cuerpo y humedeciendo sus labios.

—Hace algunas semanas cogimos en esta misma oficina —Responde sin vergüenza. —Barbie, hazlo —La mira a los ojos. —Sé que esto te calienta al igual que a mí, ven aquí y mete mi verga en tu preciosa boca —Ordena antes de escupir en su mano y llevarla a su miembro erecto. La castaña, como si no tuviese control de sus acciones, se arrodilla frente a este y abre los labios tanto como puede antes de recibir una parte de la verga del señor quien rápidamente toma su cabello y hace una cola improvisada. La experta y cálida boca de la castaña recorre su grosor subiendo y bajando al mismo tiempo en el que su lengua se enrosca alrededor de su punta mientras succiona hasta que sus mejillas se ahuecan. El castaño suelta su cabello y toma la correa apretándola alrededor de su nuca ejerciendo presión para que está se meta toda la verga en la boca. —Vamos, Barbie, trágatelo todo —Ordena antes de girar los ojos cuando esta suelta su verga y se apropia de sus testículos succionando con la misma fuerza. —Me harás venir antes de tenerme dentro —Gruñe cuando esta se aleja.

—Eso podemos resolverlo —Sube la falda de su vestido mostrando su sexy tanga de encaje verde musgo.

—Está es mía... —Habla el castaño deslizando la tanga entre sus piernas para luego meterla en su bolsillo. —Ven aquí —Ordena. La castaña se acerca y abre las piernas permitiendo que el castaño la masturbe un poco con la intención de humedecerla lo más posible. —Estás lista, agápi mou  —[Amor mío].  —Lista para cabalgarme  —Le da una nalgada animándola a sentarse sobre él.

La castaña sin perder el tiempo se monta sobre él y comienza a cabalgarlo entre medios de jadeos y gemidos que son amortiguados por los labios de Keelan sobre los suyos.

—Kee... Keelan... —Jadea con desespero al mismo tiempo en el que los calambres se hacen presentes. —Me voy a venir, papi... —Jadea. El castaño la toma de la cadera y con una mano quita todo lo que se encuentra sobre el escritorio antes de sentarla allí y adueñarse de ella una nueva vez.

—Theé, Bármpi! Eísai... eísai katapliktikí koritsáki —[¡Dios, Barbie! Eres... eres increíble, pequeña]. Gruñe  tomándola de la nuca para apropiarse de sus labios en un caliente y dominante beso que hace temblar las rodillas de Barbie. —Katára! —[¡Maldición!].  Gruñe y en un momento de descontrol, se viene en su interior.

—¿Qué haces hecho, Keelan? —Pregunta minutos después en los que ha estado tratando de normalizar su respiración.

—Lo siento, me dejé llevar... —Jadea recostando la cabeza en el pequeño hueco de su cuello.