Capítulo 48.

916 62 15
                                    

Ojos cielo...

21 de abril del 2019.

Farid se encuentra en su oficina, sí, tuvo que dejar el salón de belleza para encargarse de un asunto que su asistente no logró resolver, cuando recibe un mensaje de su investigador privado.

El señor Dimou se
encuentra en New
York, aterrizó aquí
en un vuelo desde
Paris, Francia.

Ciertamente no sabe qué hacer con dicha información ni comprende porque se la pidió a su investigador, pero el saber que el castaño se encuentra en la ciudad sólo logra preocuparlo ya que teme que su mejor amiga se lo encuentre por allí y el progreso que ha tenido, se vaya a la mierda.

—Señor Alcaraz, su mujer se encuentra fuera y pide hablar con usted —Interrumpe su asistente viéndolo con rabia pues el indio formalizó una relación con una recién llegada en lugar de con ella con quien estuvo cogiendo por casi dos años. Inmediatamente, una pregunta pestañea en la cabeza de Farid: <<¿Por qué los jefes siempre terminan cogiendo con sus asistentes?>>. Piensa, pero se abstiene de preguntarlo por su salud mental y por qué no quiere escuchar a su asistente reclamar lo mismo que ha reclamado durante algunos meses.

—Déjala pasar —Responde sencillamente mientras una terrible jaqueca se hace presente. Desde la mañana tuvo que encargarse de un cargamento de computadoras que se perdió mediante el transporte o eso le gustaría creer y no que sus empleados lo robaron como sospecha.

La asistente sale de la oficina e inmediatamente ve como aquella condenada mujer ingresa con ese caminar elegante y esos ojos lujuriosos.

—Hola, baby —Saluda acercándose a él hasta tomar asiento en su regazo.

—Hola, nena. ¿Qué haces aquí? —Pregunta frunciendo el ceño por el fuerte dolor de cabeza.

—Me encontré con las chicas en el centro y me contaron que tuviste una emergencia así que me preocupe. ¿Qué sucede?

—Nada que no pueda resolver, amor —Lanza la cabeza hacia atrás al mismo tiempo en el que deja salir un suspiro. —Creo que mis empleados me robaron...

—¿Qué? —Sus hermosos ojos verdes se abren sin poder ocultar la sorpresa. —¿Y qué harás?

—Mi jefe de seguridad está investigando —Responde sencillamente antes de palmear el trasero de su mujer que se encuentra cubierto por un corto vestido. —¿Andabas en el centro con este vestido? Creo que todos los hombres podían verte el culo —La toma de la cintura logrando que esta quede recostada boca abajo sobre sus piernas. —A ver... —Eleva el vestido viendo las diminutas bragas que cubren, o hacen el intento, de cubrir su femineidad. —Amor... —Gruñe sintiendo como su miembro se despierta.

Mientras tanto, Barbie se encuentra con sus mejores amigas en un restaurante italiano almorzando mientras discuten sobre los nuevos proyectos en sus vidas laborales y personales como es el contrato que George le ofreció a Barbie y que esta nunca respondió.

—¿Crees estar lista para volver a esto? —Pregunta Britney preocupada por su mejor amiga porque aunque agradece que está haya vuelto a la vida social, no quiere que se presione demasiado.

—Sí, ya es momento de hacerlo —Responde sencillamente.

—Barbie, no solo hablamos del hecho de que hayas pasado una mala situación sentimental y emocional, tememos que George pueda hacerte daño de alguna forma —Habla Brittany.

—Les aseguro que me cuidaré, esto es solo un negocio del que ambas partes saldrán beneficiados, es solo eso —Responde con una viendo como la pantalla se enciende mostrando una nueva notificación donde un usuario desconocido de Instagram la ha etiquetado en una publicación. —¿Y ahora qué? —Pregunta ingresando a la aplicación anteriormente mencionada. Presiona la notificación y se percata de que se trata de un idiota periodista que realizó un nuevo reportaje sobre ella y Keelan que dice lo siguiente:

En las Garras de la PasiónWhere stories live. Discover now