Capítulo 43.

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¡Más drama!

—Y el ganador de este año del galardón a Nueva Estrella Empresarial  es... —La presentadora guarda silencio algunos segundos para crear suspenso. —¡Barbie Rockefeller! —Y el salón estalla en aplausos.

La castaña se levanta con ese porte imperial, seguro y firme, camina meciendo sensualmente sus caderas con la mirada segura hasta llegar al escenario donde se coloca tras el micrófono.

—Primeramente, buenas noches —Su tono de voz, suave, delicado y pausado no hace más que torturar a Keelan y a la mitad de los hombres del salón quienes imaginan lo excitante y fascinante que deben ser los gemidos de la castaña aunque por suerte, Keelan no se ve atormentado por aquel pensamiento ya que él mismo a producido esos gemidos. —No había planeado nada para estos momentos y no porque no estuviese segura de que iba a ganar, todo lo contrario... —Bromea haciendo que todos rían. —Quiero agradecer a cada persona que ha aportado en mi vida, que me ha inspirado para crear y aportar en la sociedad... —Su mirada se encuentra con la de Keelan haciendo que este se remueva incómodo en su silla por aquella mirada llena de fingida inocencia, ingenuidad y sexo. Una sonrisa se dibuja en el rostro de Barbie al ver la reacción de su novio a quien se le ha estado insinuando toda la noche. —Es un placer ser reconocida por la ciudad y espero no decepcionarlos, muchas gracias —Baja del escenario y se dirige a un área apartada para ser fotografiada con su premio.

—¡Felicidades, nena! —Felicita Keelan llegando al otro lado del local donde la castaña es fotografiada.

—Déjate de tonterías y ven aquí —Ordena abriendo los brazos y Keelan va en su encuentro para ser fotografiados juntos. —Gracias por estar aquí esta noche —Lo mira a los ojos pasando sus brazos por sus fuertes hombros resguardados tras aquella chaqueta oscura.

—Estaré aquí por el resto de nuestras vidas, agápi mou —[mi amor]. —Te amo, Barbie Rockefeller...

—¿Qué? —Y sin poder evitarlo, sus ojos oscuros se cristalizan al escuchar las palabras de su pareja. No son lagrimas de temor o tristeza, son lagrimas de felicidad y regocijo porque hoy puede corresponder, hoy, tres meses después puede amarlo en voz alta y sin temor de ser herida porque de serlo, valdría la pena. —Yo también te amo, Keelan Dimou —Sus labios se funden en un beso pasional que contiene la locura, el amor y deseo que suplementa su relación entregándoles esa paz que nunca habían sentido hasta encontrarse.

—Debemos volver a la fiesta o no podré contenerme... —Se separa solo algunos centímetros. —Y no creas que me han pasado desapercibidos tus coqueteos e insinuaciones, Barbie. Detente...

—No finjas que no te gusta esto... —Besa sutilmente su cuello aunque dejando una pequeña marca de labial sobre su piel. —Vamos —Se toman de la mano y regresan a donde se está llevando a cabo la ceremonia aunque rápidamente se separan ya que Barbie necesita ir al baño, y al hacerlo se encuentra con Katrina hablando con Kira o más bien, gritándole.

—Tu ''prometido'' nunca te amó, jugaba a hacerlo porque quería olvidarme y creía que buscando a una mujer catalogada como un ángel para todos, lograría hacerlo, pero se equivocó...

—Sí, se equivocó, pero fue al enamorarse de ti porque fuiste tú quien lo llevó a la ruina. ¿Crees que no sé por todo lo que pasaron Sam y Barbie? Él me lo contó, me contó de las tantas veces que lo obligaste a robar las joyas de su madre porque tú deseabas tenerlas, me contó de todas las veces que le pedías hacer fiestas solo porque querías moverte en su mismo circulo social sin que la reputación de tu padre te salpicara, me contó de como él estando en el limite de la inconsciencia tú lo obligabas a seguir consumiendo y todo para tenerlo bajo tu control... —La mirada de ambas se fija en la castaña cuando esta cierra la puerta con seguro tras entrar para que ningún invitado escuche lo que ocurre entre esas cuatro paredes.

En las Garras de la PasiónWo Geschichten leben. Entdecke jetzt