Capítulo 18.

1.7K 111 0
                                    

Castigando tu desconfianza...

—No vuelvas a.... a desconfiar de mí... —Gruñe Keelan mientras arremete contra Barbie quien se encuentra sentada sobre la isla de la cocina del departamento del castaño. —Ni... ni se te ocurra volver a.... a desafiarme con esos profundos ojos... —Gruñe apretando sus pezones sin intención de ser delicado. La está castigando, primero zurró su culo de tantas nalgadas que le propició al llegar al departamento y ahora la folla sin piedad sobre la isla de la cocina aunque aquel ''castigo'' que los tiene empapados de sudor parece más una recompensa para ambos pues los fuertes gemidos que lanzan no son de dolor o discordia. —Soy tu hombre, Bar... Bárbara... —Lanza la cabeza hacia atrás cuando la castaña aprieta su verga informándole que está a punto de venirse. —Soy tuyo... te pertenezco... —Gruñe arremetiendo con más fuerza viendo como esta gira los ojos mientras sus uñas rasgan su gran espalda.

—Kee... Keelan, por favor... —Jadea sintiendo como un gran placer la inunda al dejarse ir viniéndose como nunca. —Llévame a la cama —Pide sollozando de placer.

—Como órdenes —Habla tomándola en brazos mientras su miembro continúa en su interior. Sube las escaleras hasta llegar a su habitación donde la empotra contra la pared mientras continúa entrando y saliendo de su cuerpo.

—Quiero... quiero montarte —Habla la castaña con voz jadeante mientras los labios de Keelan devoran su cuello con abandono dejando ligeras marcas sobre su piel.

—Ven, Moró mou éla na me kavalíseis kai káne me na értho —[nena, ven móntame y hazme venir]. Pide viéndola a los ojos. Se aleja de ella recostándose en medio de la cama. La castaña se levanta y se arrodilla en medio de las piernas de Keelan. —¿Qué haces, átaktos? —[traviesa].

—Hacerte venir —Responde sencillamente antes de tomar su gran pene con sus labios introduciéndolo despacio en su boca tratando de no atragantarse ni lastimarse con su gruesa verga. Succiona con devoción y entrega mientras sus manos acarician sus pelotas.

Anáthemá to! —[¡Carajo!]. Gruñe sintiendo como esta succiona con tanta fuerza logrando que sus mejillas se ahuequen. Los ojos azules de Keelan van hacia donde se encuentra la chica haciendo maravillas y se encuentra con esos oscuros ojos que lo miran de forma desafiante y en cierta forma, rebelde. Ella es así, rebelde, indomable, libre, y nadie podría atarla... —Detente, Barbie, detente o me harás venir —Pide entre gruñidos mientras mueve su pelvis queriendo alejarse de los labios sabiondos de la chica más esta decide no dejarlo ir.

—Córrete en mi boca, papi. Quiero que lo hagas... —Pide cuando libera su verga tomando oxigeno antes de volver a meterla en la calidez de su boca.

—¿Eso quieres? —Pregunta sosteniéndola del cabello. Barbie simplemente asiente y el castaño comienza a empujar su cabeza con más fuerza al punto de hacerla sentir arcadas aunque esta no se detiene, continúa chupando su verga como toda una experta. —Me vengo... me... Anáthema, glykiá mou! —[¡Maldita sea, cariño!]. Gruñe en su lengua materna mientras se derrama en sus labios. —Tu boca hace maravillas, cielo aunque me gustaría probar lo que hace tu precioso coño. Ven aquí y folláme, permíteme derramarme en tu interior y llenarte de mí calidez completamente —Ordena y como si su voz gutural fuese el acto más afrodisiaco de todos, la castaña se levanta y se acerca a él colocándose de horcajadas sobre él introduciendo su verga aun latente por el orgasmo anterior en su húmeda vagina. —Me encantó lo que hiciste con la boca... —Habla mientras acaricia bruscamente su labio inferior al mismo tiempo en el que la chica comienza a realizar ligeros movimientos. —Pero, prefiero sentirme dentro de ese hermoso y apretado coño. Muévete —Le da una nalgada y esta acata su orden comenzando a brincar sobre su pene, sacándolo un poco de su interior antes de volver a clavarse sobre él.

En las Garras de la PasiónDove le storie prendono vita. Scoprilo ora