Capítulo 13.

1.7K 94 0
                                    

Estrictamente jefe y empleada.

09 de noviembre del 2018.

—En conclusión... huiste —Aclara Farid antes de tomar un trago de la copa que se encuentra en su mano.

—No hui, ni de Keelan ni de Sam... —Imita el acto de su amigo tomando un trago del vino blanco que no ha parado de servir desde hace dos horas aunque en las nueve horas que llegó al departamento de su amigo han tomado vino blanco, tinto, vodka, whiskey e incluso cerveza que es la bebida que la castaña más detesta. Gracias a la comida china que ingirieron no se encuentran ebrios aunque la castaña roza la línea.

—Sí, sí huiste... huiste de Keelan porque te has dado cuenta de que has comenzado a sentir cosas por él y si te soy sincero, has demorado en darte cuenta.

—¿De qué hablas?

—Me di cuenta de que sentías algo por Keelan desde la noche en el casino, creí que tú también te habías dado cuenta.

—De ser así me hubiese refugiado en tu departamento antes —Bromea señalando todo el lugar antes de dar un trago de su copa. —No estoy huyendo, simplemente estoy... estoy pensando... —Suspira. —Permíteme quedarme aquí hasta que descubra que me pasa con ese hombre...

—Lamento informarte que no tienes tiempo, querida Bárbara. Ese hombre, como tú lo llamas, es de quien depende tu futuro. Te quedan tres semanas de pasantía y si no apruebas deberás repetir el curso y tomará más tiempo que te hagas cargo de la petrolera —Se levanta del sillón dejando al desastre que tiene de amiga hundida entre el cuero de color hueso. —Además, tengo una cita...

—¿Con quién? —Pregunta rápidamente.

—Una de las chicas con las que tuve el trío en la fiesta de Halloween.

—¿La reclusa o la colegiala? —Pregunta con una sonrisa bromista ignorando cómo se siente en esos momentos.

—La colegiala, la reclusa está casada.

—Y tú la sonsacaste —Bromea.

—Se puede decir que sí —Sonríe. —Bárbara, sabes que te amo más que a mí mismo y es por eso que me preocupo por ti, no es sano que cada vez que alguien se acerque a ti con intención de intentar tener algo serio, te alejes y sigas reviviendo en tu mente una y otra vez lo que sucedió aquella noche... —Ve como los ojos de su amiga huyen de los de él por lo que se acerca y se coloca en cuclillas frente a ella. —Ese malnacido te dañó, pero no puedes vivir en el pasado siempre porque solo te harás daño. Keelan, por lo que he visto, es un buen hombre y se ve que está interesado en ti, dale una oportunidad y olvídate de los Limantour —Besa su frente, se levanta y comienza a caminar hacia las escaleras de su pent-house. —¡Me voy a preparar, termina de tomarte la botella de vino y llama a mi chófer para que te lleve! —Grita antes de desaparecer por el pasillo. La castaña continúa viendo el pasillo por algunos segundos en los que agradece al destino por haber puesto a ese chico en su camino.

Farid ha sido su mejor amigo de toda la vida, es más que eso, es su hermano y es la única persona que sabe de aquella triste noche de su pasado, además de su hermano. Farid ha sido quien más la ha apoyado, fue quien la llevó con un psicólogo y esperó pacientemente a que esta saliera de cada terapia para luego llevarla a comer un helado de bizcocho y dulce de leche, sus favoritos.

—¡Farid, ya me voy! —Grita tras unos minutos.

—Mi chofer ya te esta esperando —Responde este bajando las escaleras con una toalla de color marfil rodeando su cintura. —¿Todo bien? —Se acerca a ella tomando sus mejillas entre sus manos.

En las Garras de la PasiónWhere stories live. Discover now