Capítulo 36.

1K 73 4
                                    

Momento de paz...

24 de enero del 2019.

—¡Lo hiciste, mi niña, lo hiciste! —Grita Keelan ya que tras tres horas de pesca, Barbie logró atrapar su primer pescado. —Lo hiciste muy bien para ser tu primera vez —Alaga mientras caminan por el muelle de vuelta a la camioneta.

—Solo pesqué uno, no fue la gran cosa —Bromea. —Tú pescaste ocho...

—Pero, han habido ocasiones en la que me voy con las manos vacías siendo un experto —Cuenta. —No compares tu progreso con el de los demás, princesa —Pasa uno de sus largos y fuertes brazos por los esbeltos hombros de está mientras con la otra mano sostiene la cubeta en la que se encuentran los pescados. —¿Qué tal si al llegar a casa te preparo un delicioso pescado al horno con tu primer trofeo? —Pregunta en broma.

—Eso sería maravilloso —Responde viéndolo con ojos llenos de admiración y amor pues él decidió estar en su vida hace algunos meses y a pesar de las dificultades e inconvenientes que conlleva pertenecer o ser cercano a la familia Rockefeller, él ha permanecido junto a ella y la ha ayudado a no perder la cabeza ante todo el drama. —Gracias por esta mañana, fue todo tan.. diferente —Suspira con anhelo. —Nunca creí que pasar tres horas en un pequeño barco pesquero, en silencio y haciendo los más mínimos movimientos sería tan especial.

—No fue el lugar donde estábamos o lo que estábamos haciendo, fue nuestra compañía, agápi —Se aleja de ella para meter los peces en la hielera que se encuentra en la parte trasera de su camioneta Hilux 4x4. Sube a la parte delantera donde ya la castaña lo espera con una sonrisa que refleja felicidad en su máximo estado.

—¿Y sí nos tatuamos ahora? —Pregunta de un momento a otro dejando sorprendido al castaño.

—¿Qué? —Reacciona mientras enciende el auto.

—Nos queremos tatuar y falta mucho para mi cumpleaños, ¿por qué perder el tiempo? Puedo llamar a mi tatuador y que vaya a casa.

—¿Estás segura de que quieres eso, preciosa? —Pregunta antes de apagar el auto y girarse hacia ella ya que decide conversar con tranquilidad.

—Sí, ¿y tú?

—Estoy seguro en todo lo que a ti respecta —Toma su rostro entre sus manos y deja un casto beso en su nariz. —Llama a tu tatuador, que vaya a casa... —Responde y vuelve a encender el auto para emprender camino a casa.

<<Aquí estamos, en casa de Keelan, el lugar que he llamado "nuestra casa" tantas veces que ya he perdido la cuenta, pero ahora es que comprendo que no me siento tan cálida y segura porque se trata de su casa, no, estaba equivocada, me siento protegida por él, por mi amor. ¿Lo amaré? No lo sé, pero espero que esto nunca terminé, que los sentimientos que golpean con fuerza mi pecho no mueran, espero que nunca nos tengamos que decir adiós>>. Piensa Barbie mientras termina de ducharse en la soledad del baño de la habitación de Keelan quien se encuentra preparando el almuerzo ya que la cita con el tatuador es en una hora.

—¡Que rico huele! —Alaga mientras ingresa en la cocina vestida con unas bragas y una camiseta.

—Gracias —Se gira con una sonrisa que se borra al instante confundiendo a la castaña. —No pensarás recibir al tatuador vestida así, ¿cierto? —Eleva una de sus cejas.

En las Garras de la PasiónWhere stories live. Discover now