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Capítulo 23: Compañero nuevo

El lunes por la mañana no vino mucha gente a clase. El tiempo era menos frío y la gente no tenía que llevar ropa gruesa a la escuela.

Bai Zinan llegó temprano y sólo había unas pocas personas reunidas en el aula charlando. Miró su asiento, que en realidad estaba libre de los insultos y grafitis escritos antes, y sus compañeros no le señalaban por detrás.

Había una línea de visión frente a él que no dejaba de observarle, y Bai Zinan tardó en levantar la cabeza para mirar y se quedó congelado durante dos segundos.

《¿Por qué Cheng Zean ha venido hoy tan temprano?》

La cara de Bai Zinan estaba llena de felicidad. El colgante de conejo que tenía detrás tenía la cara rosada, igual que su ánimo actual. Era la primera vez en mucho tiempo que Cheng Zean estaba dispuesto a establecer un contacto visual con él en el aula.

"¿Qué estás mirando?, tu marido se ve bien, ¿verdad?"

Yu Xunfei sonrió de forma barata y rompió el ambiente estético con burbujas rosas.

《¿Su marido?》

Bai Zinan bajó tímidamente la cabeza y las comisuras de su boca se curvaron imperceptiblemente y con lentitud en un arco.

Cheng Zean pudo verlo, pero le molestaron las palabras de Yu Xunfei dijo y casi puso los ojos en blanco delante de él.

"¿Cuál es la situación de ustedes dos? Los dos están tan enamorados el uno del otro, y se miran de vez en cuando. Yu Xunfei se sentó a continuación. Metió su mochila y levantó sus mangas para mostrarle sus pelos erizados. "Mira, se me pone la piel de gallina", dijo.

Cheng Zean no respondió. Preguntó y echó un vistazo a Yu Xunfei, "¿Qué crees que somos él y yo ahora?"

"Me da pereza decirlo. La última vez te pregunte lo mismo en el bar y me dijiste que eran amantes". Yu Xunfei respondió retorciéndose.

"Entonces es eso, sólo un amante", dijo Cheng Zean con toda la razón, como si se tratara de un simple amante.

Pero Yu Xunfei no era un tonto. Ya había visto la diferencia, frotándose la barbilla y preguntando: "¿Por qué no lo creo? En serio, cuanto más se ven juntos, mejor encajan".

"Cuando digo que somos amantes, sólo somos amantes".

Cheng Zean evitó impacientemente la pregunta. Aunque él mismo ya sabía que su relación actual parecía haber traspasado realmente la frontera de los amantes, seguía sin querer hablar de ello hasta ese punto.

Bai Zinan levantó la cabeza y miró por la ventana. Los brotes verdes del inicio de la primavera se habían abierto paso entre la tierra y el exterior era vibrante. Abrió la ventana y la brisa irrumpió por el hueco.

Bai Zinan se tocó las mejillas enrojecidas, enfriadas por el viento, y pensó: 'Cheng Zean me ha perdonado de verdad, así que sólo puedo quedarme a su lado como amante'.

Anoche, Cheng Zean dejó a Bai Zinan para que siguiera calentando su cama, pero no había llevado su mochila. Él tenía que asistir a clase al día siguiente, así que tuvo que dejar que Bai Zinan se fuera primero, y antes de irse Cheng Zean lo abrazó durante un rato.

La profesora de la clase entró en el aula con un alfa, y dio un golpe en la mesa con su habitual cara de mala leche: "Silencio, todos. Este es el nuevo alumno que se ha trasladado a nuestra clase".

A Bai Zinan no le gustaba este profesor de la clase y seguía inclinando la cabeza para mirar por la ventana hasta que el alfa del podio sonrió y dijo: "Hola a todos, mi nombre es Chu He, alfa, mi ciudad natal está en la ciudad W".